Un retroceso históricamente grave para la educación de México y la profesionalización de sus maestras y maestros se dará el próximo año, advierten especialistas y legisladores.
Los efectos serán muy graves por la omisión del gobierno de la República por incluir la enseñanza a niñas, niños y jóvenes en las prioridades de la agenda nacional.
La eliminación de programas educativos, principalmente de la escuela básica, entre ellos los que tienen que ver con la formación y certificación de docentes; con el fortalecimiento a la excelencia educativa; y el recorte a al menos 40 programas más que se plantean en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) de 2021, avizoran un “crecimiento nulo” para el gasto educativo del país en favor de sectores vulnerables de la población como son los estudiantes migrantes, indígenas, de capacidades diferentes, y de bajos recursos, con respecto al presupuesto aprobado del año pasado.
“Vemos algo muy grave, de los errores más graves que está a punto de cometer la presente administración con esta propuesta de presupuesto de Hacienda, pero claramente es a nombre del Presidente, también considerando todo el sector del poder ejecutivo, entonces también responsabilidad de la SEP”, aseveró David Calderón, presidente ejecutivo de Mexicanos Primero.
Un análisis del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), evidencia que el gasto implicará una reasignación de aumento de recursos hacia programas de becas, como es el caso del Programa de becas de educación básica para el bienestar Benito Juárez, con aumento de 1.3%, la Beca universal para estudiantes de educación media superior Benito Juárez, que crecerá 10.6% y Jóvenes Escribiendo el Futuro, que proyecta un crecimiento presupuestario de 26.5 por ciento.
Se trata de una visión de la actual administración, coincidieron especialistas en el tema en entrevista con ejecentral, que refleja la contradicción del gobierno que, en lugar de fortalecer las capacidades educativas, como han exhortado organismos internacionales en medio de la emergencia sanitaria por la pandemia de Covid-19, México se dirige en sentido contrario con la reducción de los recursos para garantizar la elemental función y obligación del Estado por garantizar el acceso a la educación para toda la niñez y juventud del país.
“Al ver los recortes miramos que las universidades públicas, son la que típicamente se han salvado, pero hay que considerar que a la universidad llega menos del 40% de la población en edad de cursar ese nivel. Son chicos de niveles socioeconómicos más altos que los demás, están siendo protegidos y eso está bien; pero, si volteamos a donde se dan los principales recortes son a programas de educación indígena, para migrantes, se recorta también para escuelas comunitarias que están a cargo del Consejo Nacional del Fomento Educativo (Conafe) para atender a los pobres de este país, en las comunidades más alejadas”, sostuvo el investigador y consultor Bernardo Hugo Naranjo Piñera, investigador y consultor.
Para el exconsejero de la Junta de Gobierno del extinto Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE), lo planteado en el PPEF del próximo año no sólo implicaría “una serie de elementos que hablan de un serio retroceso” en cuanto a la educación de estos grupos vulnerables, sino que además resulta un golpe a la intención de elevar la calidad de un sistema educativo.
“El primer brazo (formación y capacitación) –añadió-- ha sufrido recortes substanciales al punto de que todos los apoyos adicionales a la nómina que tenían las escuelas normales simplemente se eliminaron. Es decir, las escuelas normales del país van a tener que operar solamente con la nómina, y los recursos para capacitación docente disminuyeron de manera histórica al punto de que a cada maestro se le están asignando apenas 150 de pesos al año para capacitación. Eso y eliminarlo es básicamente lo mismo”.
Mientras que los programas federales, detalló Naranjo Piñera, que desde hace décadas operan en los estados, donde cada gobierno prevé un apoyo a las escuelas, y a los docentes de modalidades como lo son las escuelas de tiempo completo, el programa de fortalecimiento académico, y los programas de equidad, que también se prevé su extinción presupuestal, pues “todos han sufrido graves recortes o se han eliminado en la propuesta del 2021”.
Para Carlos Ornelas, doctor en educación por la Universidad de Stanford, las implicaciones de los recortes previstos en materia educativa son reflejo de la poca importancia que tienen en la agenda del presidente Andrés Manuel López Obrador, pues en caso de cancelarse, por ejemplo, la modalidad de escuelas de tiempo se podrían verse afectados alumnos en cerca de 27 mil escuelas, la mayoría de ellas en zonas deprimidas, zonas indígenas donde estas escuelas “prestan un servicio fundamental y no sólo de educación, es una red de protección increíble, y que se ha comprobado”, advirtió.
“Si revisamos lo que ha dicho (el presidente López Obrador) sobre la Secretaría de Educación Pública es muy poco, no ha dicho una pieza interesante, algo sustantivo, conceptual sobre la educación mexicana, habla mucho, sí, del sindicato, de las corrientes sindicales, de los maestros, se aventó duro con la “mal llamada” reforma educativa del gobierno anterior. Pero que diga que tiene interés en la educación, que quiera que los niños aprendan, que México vaya adelante, nada, y teniendo bastantes oportunidades para hacerlo no lo ha hecho. En realidad, no le interesa”, acusó el también docente en la UAM-Xochimilco.
El doctor en Educación dice que si bien “la desigualdad educativa es terrible en nuestro país, y ya estaba ahí, pero lo que hace esta pandemia es que agudiza esta brecha, y se manifiesta sobre todo en los aprendizajes”, las decisiones del gobierno actual evidencian que la retórica está desconectada de la realidad y los hechos que con este recorte lo que muestra es que lo que el presidente dice de que “primero los pobres, pues es primero los pobres, pero para atrás para que sigan siendo pobres”.
Un aspecto adicional que se agrava también lamentó Carlos Ornelas, es porque el año entrante, cuando se materialicen los recortes, no va a haber mediciones sobre los programas educativos actuales como el Aprende en Casa, del cual aseguró el académico no cuenta con reglas de operación, toda vez que el Conaen no va a hacer el tipo de mediciones que hacia el INEE con la prueba de Planea que se aplicaba para medir el aprendizaje a los estudiantes.
Un esfuerzo histórico
Con la evidencia científica, y el discurso de que la equidad educativa debe ser un tema prioritario en la agenda nacional. “El Congreso podría hacer una reasignación histórica de recursos. El programa de becas para media superior que tiene 36 mil millones de pesos presupuestados, el propio programa que para la población vulnerable solo son 6 mil 600 millones de pesos, es decir, a penas la quinta parte van a ir a personas que el propio gobierno considera vulnerables”, subrayó Bernardo Hugo Naranjo.
“Podría ser una verdadera transformación histórica, y qué mejor que en 2021 que el centenario de la creación de la Secretaría de Educación Pública. Está en manos del Congreso hacerlo, sí se puede, sí hay dinero, pero vamos a ver qué pesa más si la evidencia y el sentido de justicia o las razones de carácter político”, sostuvo el también doctor en Política Educativa.
Al respecto, la diputada Marcela Torres Peimbert refirió que se trata de un presupuesto “demagógico”, que busca “privatizar el tema político-electoral con la compra de voluntades a través de la entrega directa de los recursos”.
“El rubro que más aumenta es para el programa La Escuela es Nuestra, que resulta totalmente anticlimática en un momento donde las escuelas están cerradas. Es una locura, resulta ridículo que sea el rubro que más aumento tiene. Veo un presupuesto totalmente demagógico (del gobierno federal) que está llevando los recursos a los apoyos directos a los padres con el objetivo de tenerlos de su lado para las elecciones que vienen, y está perdiendo la oportunidad de capacitar mejor a los maestros y meterle mucha más calidad a la educación a través de la capacitación y de la educación inicial”, subrayó en entrevista la legisladora.
La diputada Torres Peimbert reprochó que lejos de incrementar el presupuesto para que los maestros estén más preparados, “se disminuye históricamente”, al grado que la profesionalización, la formación de los docentes y a su capacitación indispensables para lograr su excelencia educativa que se propone no se vean materializadas en los recursos que se pretenden destinar. “Es triste porque comprueba que realmente la misma reforma (educativa) tiene el mismo objetivo, este cumplirle a los sindicatos de maestros, mas que realmente mejorar la calidad de la educación, poner al centro a las niñas y los niños y hacer lo que se tenga que hacer para que a la educación sea mejor”.
Para la senadora María Guadalupe Saldaña Cisneros, quien increpó al titular de la SEP, Esteban Moctezuma, durante su comparecencia en el Senado, sostuvo que el gobierno estaba “reprobado en el tema educativo”, y que los recortes a los programas educativos son “atroces, pero sobre todo irresponsables”, subrayó la secretaria de la Mesa Directiva del Senado, e integrante de la Comisión de Educación.
“No hay en esta Secretaría (de Educación Pública) un plan de fondo que se haya echado a andar con el tema de la pandemia para poder frenar esta gran brecha digital que se vendrá aún más grande entre la gente más vulnerable, y los que tienen posibilidades. El tema de evaluación es un retroceso tremendo al quitar la obligatoriedad y al dejarlo como una opción para el magisterio el evaluarse o no (…) México va a quedar en una situación muy crítica en el tema educativo, de por sí ya veníamos teniendo una situación complicada con el sistema educativo, y la pandemia la va a agravar aún más como a otros temas”, sentenció la también maestra en Políticas Públicas.
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