La demencia (casi) no existía en Grecia y Roma antiguas

22 de Diciembre de 2024

La demencia (casi) no existía en Grecia y Roma antiguas

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La falta de referencias a la pérdida grave de memoria con la edad en la época sugiere que se trata de un problema relacionado con el estilo de vida moderno

Un análisis detallado de los textos médicos con entre 20 y 28 siglos de antigüedad encontró que las menciones a episodios y pacientes que experimentan pérdidas graves de memoria son muy esporádicas; esto, en comparación con los altos niveles con los que este tipo de problemas (conocidos como demencias), sugiere que están relacionados con factores de la vida contemporánea.

La investigación, publicada hace unos días en el Journal of Alzheimer’s Disease, hizo una revisión de autores clásicos de medicina y filosofía de la antigua Grecia y del Imperio Romano, como Aristóteles (siglo IV aC), Plinio el Viejo (siglo I dC) y Galeno (siglo II dC), y encontró apenas cuatro relatos que pudieran ser atribuidos a demencias, pero “(n)ingún relato antiguo sobre la pérdida cognitiva es equivalente a los datos clínicos modernos”.

Esto llevó a los investigadores a considerar la posibilidad de que la “enfermedad de Alzheimer y las demencias relacionadas” (ADRD por su sigla en inglés), que actualmente tienen un “comportamiento epidémico”, tengan su origen en estilos de vida modernos, como el comportamiento sedentario y la exposición a la contaminación del aire.

“Los antiguos griegos y romanos esperaban competencia intelectual después de los 60 años. Si bien se reconoció cierta pérdida de memoria, encontramos sólo cuatro relatos de pérdida cognitiva grave que podrían representar ADRD”.

Finch & Burstein, Journal of Alzheimer’s Disease, pp. 1-8, 2024.

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Casos aislados

“Los antiguos griegos tenían muy, muy pocas menciones, pero las encontramos, de algo que sería como un deterioro cognitivo leve”, dice Caleb Finch, de la Escuela de Gerontología Leonard Davis de la Universidad del Sur de California, en una publicación de la propia Universidad. Los cuatro relatos que podrían referirse a la demencia avanzada son de romanos.

Hipócrates (siglo V aC, en Grecia) cataloga las dolencias de las personas mayores en sordera, mareos y trastornos digestivos, pero no menciona la pérdida de memoria; pero Galeno en Roma comenta que a los 80 años, algunas personas mayores empiezan a tener dificultades para aprender cosas nuevas, y Plinio el Viejo señala que el senador y famoso orador Valerio Mesala Corvino olvidó su propio nombre.

Finch especula, en la publicación de la USC, que conforme aumentó la densidad de las ciudades romanas, aumentó la contaminación y, por tanto, los casos de deterioro cognitivo. También menciona el uso que hacía la aristocracia romana de utensilios de cocina y tuberías de agua de plomo, un poderoso neurotóxico.

Además, los autores hacen una comparación con las comunidades de los tsimane en Bolivia, que tienen alta mortalidad debido a infecciones frecuentes y vidas físicamente exigentes pero, si acaso, casos de deterioro cognitivo leve después de los 60 años.

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