A poco más de un mes de que se defina quién será el candidato morenista a la gubernatura de Coahuila, el escenario se ha complejizado para quienes suspiran por abanderar al que es hoy el partido dominante en la política mexicana: Morena.
Ricardo Mejía Berdeja, quien es subsecretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno de México, inició la contienda con agresividad; las redes sociales han sido su canal preferido para atacar a sus adversarios, principalmente al aún senador de la República, Armando Guadiana. Con ferocidad lo ha señalado como amigo y cómplice de los gobiernos priistas, además fue apenas el pasado 12 de octubre que se difundió que el senador es investigado por FGR por presuntos nexos con una red de lavado de dinero.
Armando Guadiana no se quedó callado, y acusó al subsecretario Mejía de hacer uso de las instituciones para orquestar una campaña en su contra y así dejarlo fuera de la contienda por la gubernatura de Coahuila. Para algunos, ellos dos son los perfiles más competitivos, sin embargo, hay que recordar que Guadiana Tijerina ya contendió en 2017 por la gubernatura del estado y quedó en tercer lugar al alcanzar únicamente el 11.9 % de la votación.
Como tercer contendiente tenemos al expanista Fernando Salazar, quien se ha mantenido un poco más ecuánime con respecto a sus contrincantes, pues de manera reciente hizo un llamado a la unidad partidista para sacar al PRI de la gubernatura del estado. Con una actitud en principio mucho más conciliatoria, se ha mostrado en sus redes sociales más como un crítico del PRI que como un adversario al interior de Morena. Lo cierto es que la suerte electoral no siempre le ha sonreído, pues en 2021 contendió por la alcaldía de su natal Torreón y quedó en segundo lugar.
Algunos dicen que el favorito del Presidente es Mejía, pues desde hace meses aparece de manera muy frecuente en las mañaneras, pero también se comenta que Guadiana tiene una añeja relación con él y que en su momento fue unos de los principales fundadores del movimiento lopezobradorista.
Los jalones en Coahuila están a la orden del día y son poco más de 30 días los que les restan para terminar el proceso interno de selección de candidato a la gubernatura. Mario Delgado no ha dicho “esta boca es mía” y da la impresión de que los dejarán darse hasta con tubo para que por fin se conozca un ganador.
Coahuila es un estado históricamente priista, sin embargo, Morena está dispuesto a dar la pelea y así arrancar uno de los últimos suspiros priistas que le quedan en el territorio nacional. Sin embargo, la lucha interna puede terminar por debilitarlo y restarle competencia en un estado en el que no les ha ido bien en los últimos procesos electorales.
Los buenos resultados del gobernador Miguel Ángel Riquelme complican aún más el panorama, pues a diferencia de otras entidades de la República, Coahuila no es territorio morenista.
Pocos días nos faltan para saber quién será el abanderado morenista en la entidad y seguramente veremos en las próximas semanas una lucha mediática, como lo dijo el Presidente, en la que “el que tenga más saliva comerá más pinole”.
