Luisa María Alcalde, a Gobernación

1 de Abril de 2025

Guillermo Sesma

Luisa María Alcalde, a Gobernación

GUILLERMO SESMA

Tan sólo unas horas antes de dejar la Secretaría de Gobernación, Adán Augusto López afirmaba no dejar ningún pendiente en la política interna nacional. Dicha afirmación sorprende a propios y extraños, cuando a todas luces nuestro país enfrenta diversos retos en política interior que son urgentes de resolver.

La mañana de este lunes, el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció el relevo. Luisa María Alcalde, antes secretaria del Trabajo, queda al frente de la Secretaría de Gobernación. Podemos decir que, en lo general, son buenas noticias; a la política interna le urgía un refresco y nuevas perspectivas que permitan atender temas urgentes, sobre todo, cuando el primer sexenio de la 4T llega a la recta final.

El reto que toca a Luisa María Alcalde no es poca cosa, pues además de conducir una de las secretarías más complejas del gobierno de la República, debe hacerlo mientras el proceso interno de selección de quien será el coordinador o coordinadora de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación a nivel nacional sucede.

Aún nos falta ver de qué tantas libertades gozará para hacer ajustes en la Segob y poder integrar un equipo que se alinea a las necesidades el Presidente y no responda a los intereses de Adán Augusto López y sus aspiraciones por encabezar la transformación en 2024.

Para muchos, la designación de Luisa María Alcalde al frente de la Secretaría de Gobernación beneficia a Claudia Sheinbaum, pues no es ningún secreto que entre ambas hay simpatía y con este nombramiento, el andamiaje de Adán Augusto para construir alianzas y usar su capital político en beneficio propio o de alguien más queda limitado.

Si vamos más allá del “corcholatismo”, lo cierto es que Luisa María recibe una responsabilidad mayúscula, sobre todo, cuando nuestro México es un país en donde el crimen organizado, la violencia y la polarización son el pan nuestro de cada día. También estará en sus manos mantener el diálogo político e institucional que permita transitar en democracia y con transparencia la sucesión presidencial y la renovación de nueve importantes gubernaturas.

A Luisa María Alcalde le tocó la “rifa del tigre”, pues su tarea principal debe ser la de cuidar la espalda del Presidente para pueda terminar su sexenio con la menor cantidad de descalabros, traiciones y sinsabores posibles.

La desbandada de funcionarios federales que buscan gubernaturas ya se anuncia y serán muchos los huecos a cubrir. Mantener la cohesión en el gabinete y contener el debilitamiento del equipo también serán sus responsabilidades.

Luisa María Alcalde tiene una gran oportunidad política que prácticamente le asegura un lugar en la próxima administración, independientemente de cuál “corcholata” sea la ganadora, también nos falta ver si se mantendrá imparcial o no.

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