El panorama electoral del 2024 estará dominado por la sucesión presidencial, sin embargo, nueve entidades tendrán que elegir quien les gobierne y una de las que más revuelo levanta es la Ciudad de México.
La capital del país es la cereza del pastel electoral del próximo año. No sólo por lo que representa electoralmente, sino por su significado simbólico para la izquierda y porque Claudia Sheinbaum, exjefa de Gobierno, podría estar en la boleta para la sucesión presidencial.
La Ciudad de México siempre ha sido gobernada por la izquierda. En su momento por el PRD y en los últimos años por Morena; han sido ellos los responsables de muchos de los grandes logros de la ciudad, pero también protagonistas de sus tragedias.
Los nombres se perfilan en ambos bandos de la contienda electoral. La competencia por quedar al frente de la capital del país será cerrada, pero sobre todo, tiene ingredientes que no tiene ningún otro cargo en disputa en el 2024.
Los partidos que conforman el Frente Amplio por México tienen la oportunidad de arrebatar por primera vez la jefatura de gobierno. Y Santiago Taboada, actual alcalde de Benito Juárez podría ser quien encabece dicha alianza.
Si vamos más allá de quién será el competidor, tendrán que luchar contra la marca Morena, que si bien es cierto que en la capital no está en su mejor momento, es el partido que se mantiene con mayor preferencia ciudadana.
La gigantesca campaña que se ya se lleva a cabo para destacar los logros de Claudia Sheinbaum también complica el panorama, pues muchos capitalinos estarán convencidos de que se gobernó bien y querrán repetir la dosis.
Todos sabemos que el Presidente se mantiene en campaña permanente, y que por más que lo intenten silenciar, termina por apuntalar a los candidatos morenistas desde palacio nacional. Además, la Ciudad de México es una de sus consentidas, y en cuanto sienta que la sucesión morenista puede quedar en riesgo, será un amplificador constante para apoyar para que la transformación permanezca en la capital del país.
Morena tiene que cuidar quién será su contendiente, el desgaste que tienen diversos liderazgos en la capital del país es mayúsculo y algunos otros que suspiran por ocupar el lugar no tienen la fortaleza política y territorial como para ser competitivos.
Varios ya se descartaron y algunos otros ya confirmaron su interés. Morena debe tener la serenidad y visión política para elegir un perfil que le ayude a conciliar con sectores que no están satisfechos o que no se sienten representados por el ala más radical del partido. Una alternativa sin duda es Omar García Harfuch, quien ha sido reconocido por propios y extraños, pero que sigue sin levantar la mano de manera clara y contundente.
Para la oposición, el secreto está en vencer la marca y contener al Presidente, para Morena es elegir bien y recuperar la resonancia electoral que por ahora tiene extraviada.