Las campañas ya arrancaron en Coahuila y con ello las encuestas, los eventos y los señalamientos. En una justa electoral en la que el ganador se ve a la distancia y que pareciera que si no tropieza, el triunfo está asegurado, los candidatos de MORENA, PT y PVEM apuestan por el contraste, la confrontación y las descalificaciones.
A una semana de haber empezado su campaña, Manolo Jiménez, transita, hasta el momento, sin contratiempos y sin oponentes verdaderamente visibles que pudieran complicarle las próximas semanas. Y es que las campañas de sus oponentes están plagadas de descalificaciones, ataques y lugares comunes que no están logrando empatizar con el electorado.
Es todos sabido que en Coahuila el PRI tiene una amplia fortaleza territorial alimentada durante sexenios, que siempre ha respondido a las necesidades de su partido, algunos de los mejores operadores que tiene el partido se forjaron precisamente en esta cancha que, en el 2023, pudiera convertirse en uno de los últimos territorios en el que el revolucionario institucional tiene presencia.
Fuerza, masividad y algarabía son algunas de las características que está teniendo la campaña de Manolo Jiménez, quien contrasta con su tono fresco y juvenil, el discurso frontal y descalificador de sus oponentes.
Hasta el momento no se ve manera en que, Armando Guadiana, candidato de MORENA o Ricardo Mejía, candidato del PT, puedan ser competitivos. El desgaste al que se sometieron previo al proceso electoral resultó en el aniquilamiento de sus posibilidades, ninguno de los dos encontró sitio en el ánimo de la ciudadanía. La confrontación interna los condenó al olvido y en el caso de Guadiana, muy seguramente a su segundo descalabro al contender por la gubernatura del Estado.
Por su parte, el priismo de Coahuila está logrando algo que en mucho tiempo no se veía en ese partido, una campaña que desde el principio luciera no sólo competitiva sino exitosa. La fórmula es una buena selección del candidato, respecto a las preferencias de la militancia, comunicación fresca y operación territorial fuerte.
Ya lo he dicho en otras ocasiones, las campañas políticas son la perfecta suma entre el correcto manejo de la comunicación y un engranaje eficiente de la operación territorial. Quienes afirman que con sólo una de estas características es posible ganar, fijan su argumento en excepciones que confirman la regla.
En Coahuila el PRI lo está logrando, pero es muy importante que no se confíen, pues en el pasado reciente hemos visto tropezar a candidatas y candidatos que sentían ganada la elección y que al paso de las semanas se desmadejaron hasta los terceros lugares.
Hoy, Manolo Jiménez no tiene un oponente visible y competitivo, será tarea de su equipo más cercano mantenerse así, sus adversarios tienen mucha tarea por hacer, pues la promesa de sacar al PRI de Coahuila les es una misión imposible de cumplir.