“La crisis climática es una crisis sanitaria” dijo hoy Tedros Adhanom Gebreyessus, director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de manera previa a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) que se inaugurará el 6 de noviembre en Sharm El Sheikh, Egipto.
En conferencia de prensa de la OMS desde Ginebra, Suiza, el titular de la OMS destacó que “el cambio climático ya está afectando la salud de muchas maneras, a través de fenómenos meteorológicos más frecuentes y extremos, más brotes de enfermedades y más problemas de salud mental”.
Entre los ejemplos que puso el doctor Tedros está la región llamada Gran Cuerno de África, donde una combinación de sequía e inundaciones “ha dejado a 47 millones de personas enfrentando hambre aguda y 18 millones de personas desplazadas”.
En África está el Sahel, donde la temperatura está aumentando 1.5 veces más rápido que el promedio mundial y que tiene una crisis alimentaria que ya ha causado la muerte de 600 personas. Y en Pakistán, más de 33 millones de personas se han visto afectadas por las inundaciones sin precedentes.
PUEDES LEER: CEPAL propone antídoto contra “crisis en cascada”
Por su parte, Martin Griffiths, Secretario General Adjunto de Asuntos Humanitarios y Coordinador del Socorro de Emergencia de las Naciones Unidas, agregó que “el calor extremo está destruyendo los cultivos desde América del Sur hasta China, socavando los medios de subsistencia y el acceso a los alimentos de las personas”.
Es por eso que los líderes mundiales deben cumplir sus promesas – dijo Griffiths–. “Y recordamos la promesa hecha en 2009 por los líderes del G20 de comprometer cien mil millones (de dólares) al año en dinero climático”, dijo. Pero en las zonas críticas de África, “ese dinero no sólo falta, no sabemos dónde está y cómo se decide y cómo se gasta”.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha pedido un impuesto extraordinario sobre los beneficios que tengan las empresas de petróleo y gas este año, dijo Griffiths, y recordó que Oxfam ha estimado con menos de 18 días de las ganancias de las grandes empresas de combustibles fósiles se podrían pagar los costos de las catástrofes humanitarias en todo el mundo.
SIGUE LEYENDO |