París estaba partido a la mitad, entre los manifestantes y el gobierno del presidente Charles de Gaulle. Aquel 10 de mayo de 1968 era viernes y en París las Fuerzas Republicanas de Seguridad (CRS, por su siglas en francés), en un intento por tomar el control de la Sorbona —ubicada en lo que se conocía como Barrio Latino— intentaron tomar por asalto 60 barricadas puestas por los estudiantes como medida de autodefensa, tal como aquel 12 de mayo de 1830, fecha del estallido de la Revolución Francesa.
El Barrio Latino se convirtió en esas semanas en un sitio donde había un nuevo orden para los jóvenes estudiantes, que se aferraban a su consigna “seamos realistas, pidamos lo imposible”. Desde aquella noche del 10 de mayo y hasta la mañana del sábado, según consta en los archivos del periódico Libération, se incendiaron 60 automóviles y otros 188 fueron averiados. Del choque entre estudiantes y la policía francesa resultaron 367 hospitalizados, 251 de ellos eran policías y 720 heridos menores, además de 468 detenidos.
[caption id="attachment_862287" align="alignright” width="579"] Apreciación. En la prensa mexicana se daba cuenta del crecimiento de las huelgas en toda Francia y del movimiento estudiantil que paralizaría varios días la vida económica gala.[/caption]
El sábado 11, integrantes de los sindicatos más importantes —como la CGT, la CFDT y la FEN— emplazaron a una huelga general para el 13 mayo, día en el que por nueve horas y media se paralizó la capital de Francia y un millón de parisinos, entre trabajadores y estudiantes salieron a marchar. Para entonces, la consigna gritaba Interdit d’interdire (prohibido prohibir) y luego de siete días de suspensión, el gobierno francés decretó la reapertura de la Sorbona y a ella regresaron sus estudiantes… para ocuparla.
El presidente De Gaulle partió a Rumania y dejó a cargo al vicepresidente Georges Pompideu. De forma consecutiva, organizaciones de trabajadores ocuparon una línea aérea en Nantes; dos mil 500 estudiantes entraron a las instalaciones del teatro de l’Odéon, situación similar a la de trabajadores de Renault, en Cléon. Hacia el 16 de mayo, la huelga alcanzó proporciones nacionales como preámbulo a lo que pasaría al día siguiente.
En otros países, las pequeñas y aisladas manifestaciones de estudiantes y obreros fueron cada vez más visibles y sonoras. En Estados Unidos se cumplía un mes de la muerte de Martin Luther King, detonante del movimiento por los derechos civiles, aunado a la inconformidad de un sector de la juventud por la guerra de Vietnam.
Justamente, el 13 de mayo, las delegaciones de Estados Unidos y Vietnam del Sur se reunieron en París con la representación de Vietnam del Norte, además del Vietcong, para buscar una vía que finalizara el conflicto en esa zona de Asia. Pero la paz tardó en llegar otros siete años.
Mientras tanto, en Berlín la efervescencia iba en aumento a causa de la organización de la Liga de Estudiantes Socialistas, comandada por Rudi Dutschke.
Esa semana de mayo de 1968 es un referente del poder juvenil del siglo XX, el de la llamada revolución ideal.
[caption id="attachment_862290" align="alignnone” width="728"] Controversia. El diario France-Soir daba cuenta de la manifestación convocada el 14 de mayo y en la que participaron 800 mil personas, las autoridades aseguraron que acudieron cerca de 500 mil.[/caption]
AFICHEs anónimos y colectivos, se diseñaron cerca de 500 mil carteles con 400 motivos diferentes por alumnos de escuelas gráficas como el Taller Popular de la Escuela de Bellas Artes.
MÉTODOS GRÁFICOS. Impresos y diseñados con técnicas como la serigrafía, litografía y estarcido, los afiches de mayo de 1968 recuperaron el sentido inmediato del cartel político.
Arde parís. El ritmo de las protestas en Francia iba en aumento, algo no previsto por Charles de Gaulle, aunque su punto de inflexión fue el 10 de mayo, conocido como La Noche de las Barricadas.
[gallery ids="862294,862295,862296,862297,862298"]
