Los comicios en Alemania están a la vuelta de la esquina. En 2018, Ángela Merkel anunció que este sería el fin de 15 años como canciller alemán. Y las encuestas de intención de voto dan como favorito a Armin Laschet, de número dos a Annalena Baerbock y el tercero en discordia; Olaf Scholz.
Laschet, de 60 años es de tinte conservador y ha dado mucho de qué hablar porque se rió a carcajadas ante un chiste local, cosa que contrastó mucho con la actitud de Merkel en las inundaciones que azotaron el oeste de Alemania. Y que han dejado 171 muertos en el transcurso del tiempo.
De acuerdo a medios locales, este incidente no le ha bajado puntos a Laschet, quien todavía no tiene una estrategia fija sobre las acciones que se van a tomar para disminuir el impacto del cambio climático en Alemania.
Cosa que sí tiene la ecologista Annalena Baerbock, quien ha impulsado reformas energéticas en el parlamento alemán. Su candidatura ha estado llena de escándalos, como el que infló parte de su currículo y el libro que tiene publicado está lleno de plagios.
La otra cosa que tiene en contra, de acuerdo con medios locales, es el hecho de que no tiene experiencia como gobernadora, ni local ni regional. Y de hecho, los escándalos en contra de la más joven competidora ya han sido objeto de pronunciamiento de varios políticos alemanes.
Entre los que se encuentra el vicecanciller en turno y tercer candidato a la máxima oficina: Olaf Scholz. Quien ha catalogado el trato a la demócrata como injusto por parte de los medios.
Scholz ha sido gobernador de Hamburgo, con un desempeño medio. Y en esta gobernatura de Merkel es ministro de Finanzas. Entre ambos cargos, fue elegido como ministro de Trabajo, cosa que le da un poco más de ventaja sobre Baerbock.
De acuerdo a medios locales, las próximas elecciones van a dar alianzas históricas, ya que los números no dan para que los partidos alcancen una mayoría sólida.
Probablemente a nadie le alcanzará con los partidos que en una época fueron sus socios naturales. Ni la CDU/CSU (los partidos cristianos) suma suficiente con el FDP y ni el SPD con Los Verdes.
La posibilidad de reeditar una vez más la gran coalición es vista en general con reservas. Todo ello apunta a que las elecciones pueden desembocar en fórmulas inéditas, al manos a nivel federal, como una alianza de conservadores y verdes o alguna solución tripartita.
BG
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