El Paquete Económico 2024 —el último que elabora esta administración—, deja más preocupaciones y deudas al siguiente gobierno, el cual deberá implementar una reforma fiscal de manera urgente para ampliar el espacio fiscal, pues, de aprobarse como se ha presentado, caería 60 % de 2023 a 2024 como resultado de los bajos ingresos y el incremento del gasto.
Uno de los principales problemas que enfrenta el Paquete Económico 2024 es el endeudamiento, pues aumentaría más de 40 %. Las proyecciones actuales no toman en cuenta los gastos futuros inevitables, como la mayor demanda de servicios públicos de una población cada vez más envejecida, que requerirá más atención en áreas como salud, cuidado y pensiones.
Otro aspecto crítico es la falta de una visión a largo plazo en el presupuesto. El gasto propuesto para 2024 es de nueve billones de pesos y se concentra en compromisos de corto plazo, como el pago de pensiones, gasto federalizado y costo de la deuda, dejando pocos recursos disponibles. Sin espacio fiscal para realizar cambios innovadores y transformadores en la política pública, se corre el riesgo de mantener el status quo y perpetuar las desigualdades.
Preocupa que el crecimiento del gasto en pensiones supere al crecimiento económico. Se propone un gasto equivalente al 5.8 % del PIB en pensiones, el doble de lo destinado al sistema de salud universal que aún está pendiente de implementación. Este desequilibrio profundiza las desigualdades estructurales, ya que beneficia principalmente a los deciles de ingresos más altos y a hombres en detrimento de las mujeres.
En cuanto a sectores clave como la salud y la educación, aunque se destinan recursos, no se está cumpliendo con las necesidades y expectativas de la sociedad. El aumento presupuestario para la salud equivale solo al 0.09 % del PIB, una décima parte de lo prometido por esta administración. La salud es la gran deuda social que queda.
La falta de atención al sistema de cuidados es un tema que merece una consideración especial. Aunque el presupuesto para programas relacionados con el cuidado se incrementa en un 8 %, sigue representando solo el 2 % del gasto total en pensiones. La creación de un Sistema Nacional de Cuidados es urgente y tiene el potencial de impactar positivamente en múltiples áreas, desde la igualdad de género hasta el crecimiento económico.
Por último, el gasto en energía se destina principalmente a respaldar las necesidades financieras de Pemex, en lugar de enfocarse en inversiones clave en infraestructura y mantenimiento. Esta falta de inversión obstaculiza la modernización del sector y dificulta los esfuerzos para reducir los impactos ambientales negativos de la industria energética.
En resumen, el Paquete Económico 2024 plantea una serie de desafíos y preocupaciones para la siguiente administración. La deuda creciente, el crecimiento desproporcionado del gasto en pensiones, la falta de inversión en áreas críticas y la ausencia de una visión a largo plazo son cuestiones que deben abordarse con urgencia. Además, la gestión de la deuda y los compromisos fiscales deben ser responsables y considerar las implicaciones intergeneracionales.
El futuro de las finanzas públicas y sostenibilidad fiscal del país dependen de las decisiones que se tomen en estos aspectos. Es esencial que la próxima administración implemente una reforma fiscal sostenible y justa que permita abordar estas preocupaciones y construir un futuro más próspero y equitativo para México.
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