Alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 requiere la movilización de recursos tanto públicos como privados, así como de la cooperación internacional. Recientemente el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria A.C. (CIEP), publicó el documento Desarrollo Sostenible: Usos y recursos públicos, en el que analiza la forma en que el sistema fiscal en México contribuye a alcanzar los ODS.
La Agenda 2030 busca el desarrollo económico y social de las comunidades con sostenibilidad ambiental e igualdad de género. En el financiamiento de las acciones que nos permitan alcanzar esos objetivos (17 Objetivos con 169 metas y 231 indicadores) los recursos provenientes del sector público son los más importantes. Sin embargo, en el contexto de un reducido espacio fiscal como el que vivimos actualmente en el país, contar con recursos públicos para avanzar en esta agenda se vuelve todo un reto. Se requieren cambios y ajustes en el sistema fiscal para financiar el desarrollo de forma sostenible; así como cambios en las políticas públicas actuales y el diseño de una metodología que mejore la vinculación entre el presupuesto y los propios ODS.
Entre los resultados de la investigación del CIEP se identifica que el gasto en pensiones podría contribuir a reducir las brechas de género si se reconocieran los sesgos y las injusticias sociales actuales. También se observa que hacen falta acciones que desde el Estado permitan la re-valoración, reducción, redistribución y remuneración del trabajo de cuidados y que estas acciones podrían promover el desarrollo integral de la primera infancia y potenciar el desarrollo sostenible.
En materia de salud, el país se encuentra lejos de alcanzar las metas propuestas en la Agenda 2030, pues se ha reducido el gasto que contribuye a lograr la cobertura universal, pese al aumento de la población sin acceso a servicios de salud. Asimismo, se identificó que la inversión pública en educación es insuficiente para alcanzar una educación de calidad; que nuestra política energética privilegia el uso de combustibles fósiles y que invertimos muy poco en abatir los efectos del cambio climático.
No sólo la forma en que utilizamos el presupuesto requiere cambios, la política tributaria también resulta relevante, pues tiene el potencial de complementar las acciones asociadas con el cumplimiento de los ODS por su capacidad recaudatoria; de corregir inequidades y sesgos sociales; de abonar a la igualdad entre mujeres y hombres y de modificar el comportamiento de los agentes económicos al reducir el consumo de ciertos productos nocivos para la salud y dañinos para el medio ambiente. Además, en materia de deuda pública, el desarrollo de un mercado de instrumentos financieros vinculados con el Desarrollo Sostenible puede contribuir a avanzar en la Agenda 2030.
Lo anterior requiere también de la participación de los gobiernos estatales y municipales cuyo papel es fundamental para alcanzar los ODS, pues tienen una mayor cercanía a la población y un mejor conocimiento de sus necesidades. No obstante, las profundas desigualdades en las capacidades de los gobiernos subnacionales limitan el cumplimiento el desarrollo. Ante ello, se requiere fortalecer dichas capacidades institucionales y la comunicación en los tres órdenes de gobierno, mejores sistemas de monitoreo y evaluación, transparencia y rendición de cuentas, participación ciudadana y el fortalecimiento de las finanzas locales, entre otras cosas.
Existen otros determinantes del desarrollo como lo pueden ser: la geografía, la política, las capacidades burocráticas y de gestión, por mencionar algunas. Sin embargo, podemos comenzar con aquellos sobre los que podemos incidir directamente, como los relacionados con la política fiscal.
El documento del CIEP puede consultarse en https://desarrollosostenible.ciep.mx/