El pasado martes 26 de abril, el Ejecutivo anunció los cuatro ejes de la política educativa: condiciones laborales del magisterio, cambios en contenidos educativos, otorgamiento de becas e incrementos presupuestales en el Programa La Escuela es Nuestra (PLEEN).
En específico plantea el fortalecimiento del PLEEN mediante transferencias a los Comités Escolares para infraestructura física, equipamiento y material didáctico, horario extendido y servicio de alimentación. Las escuelas recibirán un monto que oscila entre 20% y 33% más que en 2021.
Destaca que las Reglas de Operación del PLEEN 2022 dejaron de incluir dos de tres objetivos del Programa Escuelas de Tiempo Completo (Ampliación de la jornada escolar, así como Mejoramiento de seguridad alimentaria de las y los alumnos) eliminando con ello sus beneficios.
Tras la desaparición del Instituto Nacional de Infraestructura Física Educativa (INIFED), a partir del 2019 el PLEEN representó un cambio en la definición y operación de la política pública para infraestructura educativa; sin embargo, con la ampliación de sus objetivos, desplazó la inversión en infraestructura como el principal uso de los recursos.
El sector educativo es de los más olvidados en los últimos años, carece de estrategia, planeación y resultados. Frente a un ajustado espacio fiscal resulta complicado definir las prioridades; sin embargo, parece que la solución no es sumar objetivos en un programa presupuestario, sino definir programas con objetivos y presupuestos claros.
El presupuesto del PLEEN ha aumentado, desde 2019, de 2 mil 996 mdp a 13 mil 964 mdp, aprobados en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2022.
La participación respecto al gasto educativo pasó de 0.3% en 2019 a 1.6% en 2022. En el PEF 2021 los recursos asignados a este Programa crecieron 52.5% en términos reales, respecto al año 2020.
Es necesario revisar los objetivos del PLEEN frente a los recursos, ya que parecen no estar alineados. En 2016, el presupuesto del Programa de Escuelas de Tiempo Completo representó 97.4% del presupuesto total del PLEEN para cumplir con dos de sus tres objetivos.
Cabe destacar que la Auditoría Superior de la Federación encontró que en 2020 los Comités Escolares beneficiarios de este Programa retiraron en su totalidad los apoyos en efectivo, por lo que no pudo comprobar el destino de los recursos. Además, mil 686 planteles no contaron con evidencia de que los recursos se hubieran utilizado para infraestructura educativa. La causa de estas irregularidades es la falta de mecanismos de supervisión y seguimiento por parte de las unidades responsables del Programa.
La apuesta del Ejecutivo por el PLEEN no está sustentada en evidencia y estudios de viabilidad, lo que afecta principalmente la provisión de infraestructura educativa, asociada positiva y significativamente con los aprendizajes de las y los estudiantes.
*Alejandra Macías Sánchez: Directora ejecutiva del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, A.C.
** Alejandra Llanos Guerrero: Investigadora del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, A.C.