El alza en el precio internacional del petróleo y su impacto en las finanzas de México

7 de Enero de 2025

Adrián García Gómez

El alza en el precio internacional del petróleo y su impacto en las finanzas de México

columna fiscal

El precio de la gasolina es afectado por factores externos difíciles de predecir y de alta volatilidad como el precio internacional del petróleo y el tipo de cambio. A mayor precio del petróleo, mayor precio de la gasolina y viceversa. Aunque el mecanismo ha sido modificado a través de los años, históricamente en México se han utilizado los impuestos a la gasolina como medida para contener el crecimiento de sus precios, bajo el argumento de que un incremento en el precio de la gasolina tiene implicaciones en la economía de la población.

La gasolina en México es gravada por dos impuestos: el Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios (IEPS) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA). En el caso del IEPS, actualmente se cobra una cuota por litro de gasolina y es el impuesto que se utiliza para contener los incrementos en el precio. La manera de hacerlo es mediante estímulos fiscales, reduciendo la cuota que se cobra por litro de gasolina.

La aplicación de dichos estímulos tiene impactos en la recaudación, debido a que, al disminuir la cuota por litro, se recauda menos por concepto de IEPS a las gasolinas. Cuando el precio internacional del petróleo es suficientemente alto, esto puede ocasionar que el IEPS a las gasolinas se convierta en subsidio, como sucedió de 2006 a 2014, con excepción de 2009. Si el precio del petróleo continúa en valores superiores a los 100 dólares por barril en 2022, como sucede actualmente, se corre el riesgo de que suceda algo similar este año.

Adicionalmente, la aplicación de estímulos y subsidios al IEPS a la gasolina pueden tener un efecto regresivo. Al ser la población de mayores ingresos quienes aportan un mayor porcentaje de la recaudación de este impuesto, al disminuir las cuotas o incluso subsidiarlas, es esta misma población quien recibe mayores beneficios, incrementando la desigualdad.

Por otro lado, el incremento en el precio del petróleo tiene un efecto contrario, al incrementar los ingresos petroleros. Los ingresos petroleros se componen de dos conceptos: los ingresos propios de Pemex, conformados por las exportaciones de crudo y la venta de gasolina principalmente, y los ingresos del Fondo Mexicano del Petróleo (FMP), que incluyen los derechos que, tanto las empresas privadas como Pemex, pagan al gobierno federal por explorar y extraer petróleo del subsuelo mexicano. Por ende, al ser mayor el precio del petróleo, los ingresos de Pemex y del FMP tienden a incrementarse.

Aunque el incremento en los ingresos petroleros puede ser mayor a la pérdida recaudatoria derivada de los estímulos al IEPS, se corre el riesgo de que exista un boquete en las finanzas publicas del gobierno federal. Esto se debe a que no todos los ingresos petroleros forman parte de los recursos que el gobierno federal tiene para realizar política pública, ya que, como se menciona anteriormente, parte de estos ingresos son propios de Pemex.

La aplicación de estímulos al IEPS a las gasolinas y diésel puede tener efectos tanto positivos como negativos. Sin embargo, considerando la baja recaudación que históricamente tiene México, el efecto regresivo que estos estímulos puede tener y el impacto ambiental que el consumo de gasolina tiene, es necesario evaluar si este tipo de políticas son adecuadas para la situación actual de México.