Si todas las condiciones son favorables, en la noche de este domingo al lunes 8 de enero a la 1:30 de la madrugada (hora de México) despegará el cohete Vulcan Centaur, que llevará al módulo lunar Peregrine 1 en donde viaja Colmena, el primer proyecto mexicano que va a la Luna, y la primera misión lunar que envía la NASA desde la terminación del proyecto Apolo.
El investigador Gustavo Medina Tanco, líder del proyecto mexicano y perteneciente al Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, ha diseñado y construido cinco robots en colaboración con más de 200 estudiantes de diversas disciplinas, que abarcan desde la ingeniería hasta la psicología. Estos robots se basan en la premisa de que, aunque los insectos no poseen individualmente inteligencia ni capacidades destacadas, pueden alcanzar resultados significativos al trabajar de manera colectiva.
Los robots de Colmena se desplazarán de manera autónoma para configurar conjuntamente un gran panel solar que les posibilite obtener energía. Además, por primera vez, los robots medirán la temperatura del plasma lunar, realizarán mediciones electromagnéticas y llevarán a cabo análisis del suelo lunar, en especial de las partículas de regolito, que constituyen la capa heterogénea y fragmentada de roca causada por el impacto de meteoritos.
Colmena también demostrará la factibilidad de utilizar enjambres de robots para construir estructuras en en las superficies de otros planetas y satélites. Algo que la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos (la NASA) valoró lo suficiente como para ser uno de los 20 proyectos que lleva el Peregrine, de los cuales la mayoría son de la propia NASA, salvo por la Colmena mexicana; el M-42 alemán, que analizará niveles de radiación y otros riesgos potenciales, y un proyecto japonés.
Condiciones
Además de la fabricación de los robots, el equipo de Medina Tanco en el Laboratorio de Instrumentación Espacial ha tenido que hacer una multitud de pruebas a Colmena para garantizar que aguante el viaje y funcione. En un boletín del Instituto de Ciencias Nucleares, relata que, por ejemplo, sumergieron a los robots en nitrógeno líquido, a alrededor de 170 grados centígrados bajo cero, y abruptamente los calentaron hasta 150 grados (sobre cero), prueba que resistieron perfectamente.
Aunque tanto los proyectos como el cohete y el módulo han superado todas las pruebas (lo cual ha ocasionado el retraso del lanzamiento originalmente programado para 2022), aún existe la posibilidad de que ocurran fallos en varias áreas, desde las condiciones climáticas durante la madrugada del sábado hasta posibles problemas en el proceso de alunizaje del módulo.
Para seguir el viaje del Peregrine 1, Astrobotics, la compañía constructora del módulo, tiene un sitio de actualizaciones y en NASA TV ya se están transmitiendo los preparativos para el despegue esta noche.
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