La cercanía entre Giuliani y AMLO

4 de Diciembre de 2024

La cercanía entre Giuliani y AMLO

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El exalcalde 
de NY compartió a empresarios mexicanos la preocupación de congresistas de EU sobre el posible triunfo de López Obrador, pero les adelantó que podría renegociar con el tabasqueño el TLCAN

La decisión de Rudolph Giuliani de unirse al equipo legal del presidente Donald Trump lo ha convertido en un pararrayos en el corto tiempo que ha estado en la esquina del presidente, liderando una agresiva campaña mediática para luchar contra las acusaciones que podrían amenazar la Presidencia de Estados Unidos.

De entrada, sorprendió al círculo interno del presidente, al hacer declaraciones confusas y en ocasiones contradictorias que podrían desencadenar más dolores de cabeza legales y políticos para la Casa Blanca. Giuliani; por ejemplo, recientemente tuvo que retroceder tras ser citado, al decir que Trump había negado la oferta de AT&T de comprar Time Warner por 85 mil millones de dólares.

Como la cara pública del equipo legal de Trump, Giuliani también ha dicho que no podría garantizar que el presidente no termine utilizando su derecho constitucional a negarse a responder las preguntas del equipo especial del abogado Robert Mueller que investiga las intrusiones electorales rusas. A pesar de que Trump sugirió, durante la campaña presidencial, que las personas inocentes no aceptan utilizar la Quinta Enmienda.

Según medios estadounidenses, Trump estaba enojado por los comentarios de Giuliani sobre el dinero que se pagó a la actriz porno Stormy Daniels. El presidente, que ha negado el romance con Daniels, estaba consternado de que Giuliani pudiera haber dado la impresión de que otras mujeres podrían haber hecho acusaciones similares de infidelidad.

A pesar de los momentos difíciles, Giuliani parece ser un matrimonio natural para Trump. Tienen más de 70 años, se conocen desde hace décadas y comparten un estilo retórico belicoso, a menudo exagerado, perfeccionado en Nueva York. Se esperaba que Giuliani, exabogado y candidato a la Presidencia de Estados Unidos, se uniera al gabinete de Trump, pero se le pasó el puesto que más quería, el de secretario de Estado.

Ahora con Giuliani cerca del presidente Trump, sus conexiones mexicanas han salido a relucir tras la inminente salida de la actual conexión del gobierno mexicano con el estadounidense: Luis Videgaray. En medio de la tensa relación que hay entre México y Estados Unidos destacan dos figuras que son el enlace entre los presidentes Enrique Peña Nieto y Donald Trump, se trata de Jared Kushner, yerno y asesor del magnate, y el canciller Videgaray.

Pero ante un posible triunfo de Andrés Manuel López Obrador en las elecciones del 1 de julio, ¿quiénes podrían ser su puente con Trump? En el panorama ya se perfilan Marcelo Ebrard y el exalcalde de Nueva York.

Desde la campaña presidencial de Trump —Giuliani formaba parte de su círculo cercano— incluso en los medios estadounidenses se llegó a especular que se perfilaba para la Secretaría de Estado, pero eso no se concretó. En este momento la relación entre Giuliani y Trump se volvió más cercana, el republicano lo nombró como su asesor en temas de ciberseguridad y hace poco lo convirtió en su abogado. Ahí hay una similitud entre Kushner y Rudy, como lo llama el propio Trump, ambos son sus consejeros y son de las personas con más influencia en el magnate.

De acuerdo con información disponible, Giuliani habría sostenido conversaciones con empresarios mexicanos, en las que el neoyorquino supuestamente les compartió que a los congresistas estadounidenses les preocupa que López Obrador ganara la Presidencia, pero que él se dedica a disipar esas inquietudes e incluso renegociar con el tabasqueño el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN). Cabe recordar que los temores en Estados Unidos ante una eventual victoria de AMLO también fueron reportados por The New York Times, el 26 de abril de este año: “En momentos en los que el presidente Donald Trump promueve reformular las relaciones comerciales y fronterizas con México, las empresas petroleras estadounidenses se encuentran preocupadas porque el posible ganador de la elección presidencial mexicana haga sus propias jugadas nacionalistas”.

Ante esto, López Obrador necesitará de un aliado en Washington para apagar los rumores de que es “un peligro para Estados Unidos” y ese aliado bien podría ser Giuliani. Los nexos entre López Obrador y Giuliani no son nuevos. Su primer acercamiento fue en noviembre de 2002, cuando el tabasqueño era jefe de Gobierno del Distrito Federal y con el financiamiento de la iniciativa privada contrató los servicios de la consultora especializada en seguridad pública del exalcalde de Nueva York.

¿Quién conectó a Andrés Manuel con Giuliani? Marcelo Ebrard, quien en 2002 era secretario de Seguridad Pública capitalino. El objetivo de convertir a Giuliani en asesor de seguridad de López Obrador era aplicar el modelo “cero tolerancia”, el cual ayudó a reducir los índices de criminalidad en Nueva York.

En 2003, Giuliani visitó la Ciudad de México y junto a Marcelo Ebrard recorrió las calles del Centro Histórico en medio de un fuerte dispositivo de seguridad.

Los honorarios del señor Giuliani generaron controversia, y es que al principio se aseguró que Giuliani Partners, ahora Giuliani Security & Safety, había recibido dos millones de dólares, cantidad aportada por un grupo de empresarios; sin embargo, después de una investigación del diario estadounidense The Washington Post reveló que en realidad se llevó 4 millones 300 mil dólares, y que ese fue su primer gran contrato internacional.

Hoy todavía se debate en México si las recomendaciones de Giuliani ayudaron o perjudicaron la situación de seguridad en la capital del país.

Ahora Marcelo Ebrard es uno de los principales operadores políticos en la campaña de López Obrador rumbo a los comicios de este año, se encarga de defender el voto del candidato de Morena en los estados del norte. Antes de regresar a México, luego de pasar casi tres años en el autoexilio, Ebrard vivió en Estados Unidos, donde participó como promotor del voto latino en la campaña presidencial de Hillary Clinton, y también estableció relaciones para impulsar las aspiraciones de López Obrador de cara a la Presidencia de la República.