El presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo un encuentro muy largo para sus estándares —arriba de dos horas y media—, con el responsable directo de la relación bilateral con México en el gobierno de Donald Trump, su yerno y asesor, Jared Kushner. Cada quien llevaba sus temas: apoyo económico al sur de México y Centroamérica, el mexicano; migración, el estadounidense. Ambos hablaron sobre el acuerdo comercial norteamericano y dicen los que saben que la reunión fue realmente cordial y que hubo empatía, aunque con temas difíciles para ambos. Uno de ellos: cómo la migración está directamente vinculada con la aprobación del acuerdo, en el que no sólo México tiene un rol que jugar —detener a la migración centroamericana en el Suchiate— sino los demócratas. Dicen los que saben que si los demócratas presionan mucho a Trump en este tema, y México no frena a los centroamericanos, las posibilidades de que el acuerdo no salga y el presidente de Estados Unidos repudie el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, son altas y lo que sigue.