Un estudio realizado por un equipo de investigación del Instituto Mexicano del Petróleo y la Universidad de Surrey, en Inglaterra, y propone “un enfoque integral novedoso para desarrollar una política de bioeconomía transformadora” en México
La idea básica consiste en “aprovechar los conocimientos novedosos de las biorrefinerías comerciales globales, el marco legislativo existente en México y talleres de expertos” para implementar la bioeconomía en México, ya que el país tiene una “abundancia de recursos de base biológica, incluidos diversos materiales de desecho”, lo que le da “un potencial significativo para una bioeconomía circular sostenible”, se señala en el reporte de la investigación publicado en el Journal of Cleaner Production.
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Según el equipo, encabezado por Jhuma Sadhukhan, la economía mexicana podría crecer y contribuir con el medioambiente construyendo biorrefinerías que conviertan algas, caña de azúcar, aceite de cocina e incluso cáscaras de vegetales en biocombustibles y productos cosméticos y farmacéuticos.
“En todo el mundo, las empresas están convirtiendo la biomasa en suelas de zapatos o cremas para la piel. Con la inversión y el plan correctos, no hay razón para que México no pueda liderar el mundo en esta industria en crecimiento”.
Jhuma Sadhukhan, de la Universidad de Surrey.
Sustitución de fósiles
Sadhukhan afirma en un comunicado de prensa que “México podría hacer mucho más” de lo que está haciendo actualmente en materia de economía circular. Por ejemplo, podría producir 20 millones de toneladas de algas al año que se podrían utilizar para extraer proteínas y productos químicos para fabricar zapatos, envases o cremas faciales.
Eso, además de los biocombustibles, como bioetanol, biodiesel y otros combustibles renovables que podrían sustituir el uso de sustancias fósiles como petróleo o carbón.
De acuerdo con el estudio, una “biorrefinería típica con una capacidad de producción de 220 mil toneladas por año requiere una inversión de (alrededor de) 750 mil dólares. Esto es comparable a la industria petroquímica, lo que permite sustituir los petroquímicos por productos químicos de origen biológico”.
“La investigación muestra la importancia de alinear las políticas de México con las mejores prácticas internacionales para una bioeconomía circular sustentable”.
Sadhukhan, J. et al, Journal of Cleaner Production, Vol 434, 2024.
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