La batalla contra Covid-19

16 de Diciembre de 2024

La batalla contra Covid-19

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Mientras hay personas que ni se enteran de que lo tienen, el virus SARS-CoV-19 les provoca enormes daños en diversos órganos a otras; por su lado, la medicina, no ha encontrado cómo atacar al virus.

“Su ferocidad quita el aliento y te hace humilde”, dijo a la revista Science el cardiólogo Harlan Krumholz de la Universidad de Yale y el Hospital Yale-New Haven en referencia a que el Covid-19 “puede atacar casi cualquier cosa en el cuerpo con consecuencias devastadoras”, de acuerdo con una recopilación de datos clínicos.

Por otra lado, la cantidad de personas infectadas con Covid-19 que, por ser asintomáticas o por padecer sólo síntomas leves, ni siquiera sospechan que tienen el virus parece ser enorme. Un estudio realizado en el condado de Santa Clara, California, muestra que el número real de contagiados podría ser entre “50 y 80 veces más grande que el número de casos registrados”.

Hasta el momento no se sabe por qué el virus resulta tan devastador para algunas personas y para otras muchas, la mayoría, ni siquiera es notable. Las explicaciones de las comorbilidades, que en general implican un sistema inmune comprometido, interacción con el receptor AEC2 que permite la entrada del virus a las células y problemas mecánicos o de deterioro pulmonar, aunque sólidas, no parecen ser suficientes para explicar otros daños que provoca el virus.

Cada vez surgen más reportes de que SARS-CoV-2 tiene efectos en órganos y células que hace unas pocas semanas los médicos no habían destacado y las afectaciones al corazón, el hígado, los vasos sanguíneos, el riñón, el cerebro y el intestino no son para nada despreciables o menores. Un ejemplo, es que hay indicios de que la insuficiencia respiratoria puede ser debida a un ataque al sistema nervioso y no tanto al daño pulmonar.

Como es lógico, mientras más zonas del cuerpo son atacadas, más difícil es la defensa, e incluso hay indicios de que el propio sistema inmune es atacado; en concreto a los linfocitos T, encargados de destruir células que alojan al coronavirus. También hay indicios de que una sobrerreacción del sistema inmune puede estar ocasionando daños severos.

Estos mapas de la “guerra mundial” entre la humanidad y el coronavirus provienen de una alianza entre científicos y médicos que están compartiendo al menos unos mil artículos de investigación a la semana.

Los más promisorios

De los múltiples ensayos que se realizan, la terapia más prometedora parece ser remdesivir, que tiene una potente actividad contra el SARS-CoV-2 en cultivos, pero cuyo uso como medicamento no está aprobado.

Como alternativa, un equipo mexicano propuso que se pruebe el sofosbuvir, que actúa en contra del mismo blanco que el remdesivir (la duplicación del ARN), aprobado para su uso en pacientes con el virus de la hepatitis C y que no causa daños en dosis altas. Se están haciendo algunas pruebas clínicas de este medicamento, pero poco relevantes.

Dada la emergencia sanitaria, muchas de las pruebas clínicas que se están haciendo no tienen la posibilidad de seguir o reportar protocolos rigurosos (con muestras al azar y control ciego) y están en fases tempranas.

Uno de los ensayos más rigurosos que se reportan es el de México con 500 pacientes, una muestra al azar, cuádruple ciego y que ya no está en fase de reclutamiento. Es para probar otro de los medicamentos promisorios, la hidroxicloroquina; sin embargo, aún no se han reportado resultados.