La militante LGTB egipcia Sara Hegazy, se suicidó en Canadá, donde vivía exiliada, luego de ser “oprimida” por el poder en El Cairo.
Amnistía Internacional denunció que Sara Hegazy “vivió una dura experiencia en la cárcel en 2017", a través de su Twiter, lamentó la “opresión” que tuvo que soportar la activista “debido a sus opiniones políticas y su activismo en favor de los LGTB”.
En el mismo mensaje, Amnistía Internacional citó las últimas palabras que dejó escritas la joven:
La experiencia fue dura y soy más débil de lo que debería para resistir. Perdonadme.
Sara
Hegazy
fue detenida en El Cairo después de enarbolar una bandera arcoíris, símbolo de la comunidad LGTB, en un concierto del grupo libanés Mashrou Leila en octubre de 2017, cuyo cantante Ahmed Sinno milita también por la causa homosexual.
Hegazy pasó tres meses en la cárcel y, según numerosos comentarios de activistas LGTB en las redes sociales desde el domingo, fue torturada y víctima de agresiones sexuales durante su detención.
Salió de prisión bajo fianza en enero de 2018, tras un campaña en internet para pedir su puesta en libertad. Ese mismo año, se exilió en Canadá.
Según los activistas, su madre murió durante su exilio y no pudo volver a Egipto para el entierro.
“Se suicidó", confirmó a la AFP su abogado Amro Mohamed, sin dar más detalles.
Desde el domingo, las reacciones de indignación se han multiplicado en las redes sociales, donde los internautas han difundido banderas arcoíris en recuerdo de Hegazy.
“El régimen egipcio encarceló y torturó a Sara Hegazy por esta foto”, escribió el domingo la activista feminista Mona Eltahawy junto a la foto de Hegazy con la bandera de colores en el concierto de Mashrou Leila. OM
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