El presidente Andrés Manuel López Obrador llega al último tercio de su mandato con una política antipobreza fuera de foco.
Por cada 10 acciones desplegadas por el gobierno federal en materia de desarrollo social, sólo tres tienen un impacto directo en el combate a la pobreza, de acuerdo con las Consideraciones para el proceso presupuestario 2023, elaborado por el Consejo Nacional de Evaluación de la política de Desarrollo Social (Coneval).
Pese a que una de las directrices de la actual administración pública federal es darle prioridad a las capas más pobres, 43% de las acciones sociales generan un impacto mínimo en la reducción de las carencias; mientras que el 26% tienen una incidencia mediana.
Previo a la aprobación del presupuesto de cada año, Coneval entrega a los diputados federales un documento en el que detalla la efectividad de los programas sociales, con el fin de que los legisladores normen su criterio y asignen recursos con base en resultados.
En esta ocasión, para el presupuesto 2023, el organismo encargado de medir la pobreza y evaluar la efectividad de la política social analizó 120 programas, de los que se desprenden 259 indicadores sobre la incidencia de las acciones de gobierno.
De esos 259 indicadores, 112 (43.23%) tienen un impacto ligero en la reducción de carencias o en mejorar el acceso de las personas a los derechos sociales (educación, salud, vivienda digna); 69 acciones (26.64%) presentan una vinculación media, y sólo 78 (30.11%) están fuertemente ligados a la reducción de la miseria.
De las 15 dependencias analizadas por el Coneval, la que tiene una vocación natural para reducir la marginación es la Secretaría de Bienestar, a cargo de Ariadna Montiel.
De 37 acciones analizadas, la dependencia que maneja uno de los presupuestos más cuantiosos para desarrollo social tiene 16 acciones fuertemente vinculadas al combate de la pobreza (43.3%); nueve están medianamente relacionadas y 12 tienen escasa incidencia.
Entre los programas que menos sirven para reducir el número de mexicanos que carecen de salud, educación, empleo, alimentación y vivienda, están Servicios a Grupos con Necesidades Especiales, que este año tuvo un presupuesto de 279 millones de pesos.
También se encuentra el Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas, que en este 2022 requirió un presupuesto por 272.8 millones de pesos.
En contraste, los programas con mayor vinculación al combate de la miseria son la Pensión para Adultos Mayores (que este año recibió 150 mil 085 millones de pesos), la Pensión para Personas con Discapacidad Permanente (15 mil 500 millones de pesos); y Sembrando Vida, que este año requirió 28 mil 152 millones de pesos.
Para el presupuesto del próximo año según Coneval, los diputados deben poner la lupa en las secretarías del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), así como de Educación Pública (SEP), ya que tienen el nivel más bajo de incidencia en la reducción de la pobreza, al generar un 11 y 24%, respectivamente.