La estrella estadounidense Kim Kardashian pidió oficialmente el viernes el divorcio de su esposo, el rapero y empresario Kanye West, tras casi siete años de matrimonio, informó su publicista a la AFP este viernes.
Los trámites de divorcio confirman informaciones surgidas el mes pasado, cuando medios estadounidenses indicaron que ambos vivían separados y que atravesaban “frecuentes problemas de pareja”.
El sitio de información sobre la farándula TMZ, el primero en dar la noticia el viernes, dijo que la separación fue “tan amigable como lo puede ser un divorcio”.
La pareja está casada desde mayo de 2014 y tiene cuatro hijos, para los cuales Kim Kardashian, de 40 años, solicitó la custodia compartida, según TMZ, en acuerdo con Kanye West, de 43.
El publicista de Kardashian confirmó el trámite de divorcio, pero no dio más detalles.
Este es el primer divorcio de West y el tercero de Kardashian.
La pareja, ella, una empresaria; él, un creador tan respetado en el mundo de la moda como en el de la música- causaba sensación dondequiera que fuera. La prensa del espectáculo los llamaba “Kimye”.
En opinión de varios medios estadounidense que citan a fuentes cercanas a la pareja, la candidatura de West a la presidencia de Estados Unidos, el año pasado, habría sido uno de los detonantes de la separación.
Pese a que sólo cosechó 60 mil votos, el rapero, que durante un tiempo se manifestó favorable a Donald Trump, habría mencionado la posibilidad de volver a presentar su candidatura para las elecciones de 2024.
Trastornos bipolares
West no ha ocultado sus trastornos bipolares. En julio, al margen de su campaña electoral, hizo declaraciones incoherentes y publicó mensajes enigmáticos en Twitter, en los que sugirió que su esposa lo quería internar en un hospital psiquiátrico.
También la acusó de haber querido abortar de su primer hijo y de haber mantenido una relación con otro rapero, Meek Mill, que éste negó.
Kardashian pidió entonces “compasión y empatía” para su marido y dijo que quienes “conocen a Kanye saben que sus palabras no siempre coinciden con sus intenciones”.
Sostuvo también que, aunque admite su enfermedad, West se niega a tratarse al estimar que su energía creadora podría apagarse.
El trastorno bipolar, al que en otros tiempos se llamaba psicosis maníaco-depresiva, se caracteriza por la alternancia de periodos de exaltación y de depresión.
Kardashian era una estrella de segunda fila hasta octubre de 2007, cuando saltó a la fama con el programa de telerrealidad “Keeping Up with the Kardashians”, que seguía al detalle la vida de su familia en Los Ángeles, incluyendo minidramas y peleas entre ella y sus hermanas.
Ese show le permitió a Kim, con ayuda de su madre, construir un imperio que incluye una línea de cosméticos y una marca de indumentaria. La revista Forbes calcula su fortuna en 780 millones de dólares.
Por su parte, Kanye West, que fue primero productor, explotó en la escena musical en 2004 con el disco “The College Dropout”.
Se lo considera uno de los artistas más innovadores del rap y ha acumulado 21 Grammy, los premios de la industria musical estadounidense.
En 2014, se asoció con el fabricante de equipos deportivos Adidas para desarrollar su marca Yeezy, que ha tenido un gran éxito en todo el mundo, con ventas anuales que superan los 1.000 millones de dólares.
Forbes estimó su fortuna en alrededor de 1.300 millones de dólares.
Según el sitio TMZ, West y Kardashian firmaron un contrato de matrimonio, lo cual debería simplificar la separación de bienes durante el proceso de divorcio. JMR