Kevin Spacey queda libre bajo fianza en Londres
Con semblante tranquilo y seguro, la estrella de Hollywood, de 62 años, se presentó voluntariamente ante el Tribunal de Magistrados de Westminster, quien determinó dejarlo en libertad y no imponerle medidas cautelares
El actor Kevin Spacey, que en 2017 vio su exitosa carrera destrozada por acusaciones de agresión sexual en Estados Unidos que posteriormente fueron retiradas, quedó este jueves en libertad bajo fianza tras comparecer ante un tribunal de Londres acusado de cuatro delitos sexuales.
Con semblante tranquilo y seguro, la estrella de Hollywood, de 62 años, se presentó voluntariamente ante el Tribunal de Magistrados de Westminster, a cuyas puertas lo esperaba una multitud de periodistas, para hacer frente a unos cargos que él niega.
La fiscalía reconoció su “total cooperación” en la investigación, pero solicitó que debiese entregar su pasaporte y dormir en su residencia londinense a la espera de la próxima vista, que el juez fijó para el 14 de julio en el Tribunal de la Corona de Southwark, en el sur de Londres.
El magistrado tuvo sin embargo en cuenta que el actor había comparecido voluntariamente y no le impuso ninguna medida cautelar.
“Tiene que responder a estos cargos si quiere seguir adelante con su vida”, argumentó su abogado. "¿Dónde se va a esconder? Vive en Estados Unidos y es extraditable. Su familia, su perro de nueve años están en Estados Unidos”, insistió.
“Su trabajo requiere que vaya a reuniones, que se presente a castings, que se reúna con directores y guionistas”, defendió, declarándose convencido de que Spacey “seguirá compareciendo” ante la justicia británica.
Acusaciones a raíz del #MeToo
Galardonado con dos Oscar, Spacey, protagonista de películas como “Belleza Americana” (1999) y “Sospechosos habituales” (1995) y de la exitosa serie “House of Cards”, fue acusado de cuatro cargos de agresión sexual a tres hombres.
“Me defenderé de estos cargos y estoy seguro de que se demostrará mi inocencia”, afirmó.
Scotland Yard inició una investigación tras recibir denuncias contra el actor por presuntas agresiones cometidas, en su mayoría, en el barrio londinense de Lambeth. Allí se encuentra el célebre teatro Old Vic, del que Spacey fue director artístico entre 2004 y 2015, y que había lanzado una investigación interna tras recibir denuncias de miembros de su personal.
Dos de los cargos que se le imputan se refieren a agresiones sexuales cometidas en marzo de 2005 en Londres a un mismo denunciante, que hoy tiene más de 40 años.
Otra agresión sexual concernió a un segundo denunciante en agosto de 2008, actualmente en la treintena, e implica actividades sexuales con penetración sin su consentimiento.
El actor es acusado de una cuarta agresión sexual en abril de 2013 en Gloucestershire, en el suroeste de Inglaterra, a un tercer denunciante también ahora de unos 30 años.
La ola de acusaciones que destrozó su exitosa carrera correspondió con el surgimiento del movimiento #MeToo, que nació a partir del caso del todopoderoso productor de cine estadounidense Harvey Weinstein.
Tímido regreso al cine
Spacey ya había sido objeto de varias denuncias en Estados Unidos por acoso y agresión sexual en 2017.
Fue inicialmente acusado en el estado de Massachusetts de haber puesto las manos en el sexo de un muchacho de 18 años en un bar, después de emborracharlo, en julio de 2016. Estos cargos fueron retirados en 2019.
La última aparición de Spacey en la pantalla se remonta a 2018, con el estreno del filme “Billionaire Boys Club”.
Fue despedido de “House of Cards” y quedó fuera de una película de Ridley Scott, “Todo el dinero del mundo”, en la que fue reemplazado por el actor canadiense Christopher Plummer.
En noviembre de 2021, fue condenado a pagar 31 millones de dólares a MRC, la empresa productora de “House of Cards”, como indemnización por la pérdida de ingresos atribuida a su salida de esta exitosa serie de intrigas políticas en Washington, en la que daba vida al presidente sin escrúpulos Frank Underwood.
Sin embargo, hizo un tímido regreso al cine en junio de 2021 con el rodaje en la ciudad italiana de Turín de un largometraje dirigido por el italiano Franco Nero y titulado “L’uomo che disegno Dio” (El hombre que dibuja a Dios) donde, según la productora, encarna a un personaje secundario. MAAZ
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