Brett Kavanaugh, nominado por el presidente Donald Trump para la Corte Suprema, dijo este jueves que no retirará su candidatura y reiteró su inocencia en una audiencia ante la Comisión Judicial del Senado de Estados Unidos, por las acusaciones de agresión sexual en su contra. “Yo no voy a dejarme intimidar y renunciar a este proceso”, dijo el juez en una declaración leída. “Mi familia y mi nombre han sido destruidos de una forma total y permanente por estas acusaciones falsas y despiadadas”, indicó Kavanaugh, que se debatía para no llorar mientras reiteraba su inocencia. En la audiencia agregó que el proceso de confirmación se había convertido en una “vergüenza nacional”. En una audiencia previa que duró cuatro horas, la experta en psicología Christine Blasey Ford aseguró a la Comisión que Kavanaugh intentó violarla en una fiesta de estudiantes en 1982. “Yo creí que me iba a violar”, declaró, antes de ser interrogada por la comisión, enumerando los detalles de aquella noche en una declaración ya preparada y leída con silencios intercalados, mientras luchaba contra las lágrimas. Dos mujeres más, una de las cuales se identificó plenamente y contó detalles de su experiencia, acusaron que Kavanaugh perpetró ataques sexuales contra ellas. Una de ellas fue Deborah Ramírez, de 53 años y originaria de Puerto Rico, quien contó queKavanaugh se descubrió la entrepierna, y que le colocó el pene en el rostro, y la forzó a tocarlo sin su consentimiento mientras ella estaba en el piso tras haber bebido en exceso en una fiesta en la Universidad de Yale. Hace dos semanas, Kavanaugh parecía encaminado a obtener el visto bueno del Senado para entrar en la Corte Suprema, una jurisdicción que dirime cuestiones fundamentales de la sociedad, como el derecho al aborto, a portar armas de fuego y los derechos de las minorías. DC ES DE INTERÉS: