Kanye, entre el mesianismo y la ideología nazi

12 de Febrero de 2025

Kanye, entre el mesianismo y la ideología nazi

Detrás de las explosivas declaraciones del multifacético empresario asoman las ideas que lo han influenciado en su carrera artística, que pareciera caer por un precipicio en este momento

La caída de Kanye West en la industria musical y en la moda aún no para. El millonario empresario reconocido por la revista Forbes ha sido presa de su ego e ideas mesiánicas, algo que ha explotado en sus recientes declaraciones. Incluso han salido a la luz nuevas revelaciones sobre la fascinación del también músico hacia la figura del líder nazi de la Segunda Guerra Mundial, Adolfo Hitler.

Apenas esta semana, un ejecutivo de negocios que trabajó para el millonario, comentó a CNN que el artista creó un ambiente de trabajo hostil, en parte debido a su “obsesión” con Hitler.

“Elogiaría a Hitler diciendo lo increíble que era que pudiera acumular tanto poder y hablaría sobre todas las grandes cosas que él y el Partido Nazi lograron para el pueblo alemán”, e incluso recomendaba abiertamente leer Mi lucha, el manifiesto autobiográfico del líder nazi, añadió el ejecutivo.

Esto incluso se suma a las ínfulas mesiánicas manifestadas tras su conversión al cristianismo a través de sus servicios dominicales que tuvieron gran difusión en 2019 y a los que se asistía con previa invitación en su mansión de Los Ángeles.

Incluso este fue el pretexto inicial para promocionar “Jesus Is King”, noveno álbum consecutivo de Kanye y que lo colocó en el número uno de Billboard en Estados Unidos.

Caída libre

El comienzo de esta espiral hacia abajo ocurrió a principios de octubre, cuando Ye –nombre legal del músico desde hace un año–

usó una camiseta con la leyenda “White Lives Matter” (alusiva al movimiento antirracista Black Lives Matter) y vistió a varias modelos de raza negra con ropa con la misma frase en su desfile YZY en la semana de la moda de París.

El eslogan ha sido vinculado al Klu Klux Klan, una reacción de grupos de ultraderecha y supremacistas blancos en Estados Unidos.

A esto siguieron mensajes en redes sociales y entrevistas al arrojar teorías de conspiración antisemitas; tal vez la más estruendosa fue publicada en sus cuentas de Twitter e Instagram, al decir: “Iría a la muerte con 3 sobre el PUEBLO JUDÍO”. Algunos expertos han indicado que esta frase hace referencia a la escala de preparación DEFCON.

Después vino la avalancha de cancelaciones, pues en las últimas semanas, tiendas minoristas, plataformas de redes sociales, celebridades y empresas de moda y entretenimiento se han alejado de las alianzas comerciales con el también empresario.

Primero fue Balenciaga, luego Anna Wintorur con Vogue; Adidas tardó un poco más en rescindir su contrato y terminando con un multimillonario acuerdo para ambos.

El mismo camino siguieron cuatro agencias de talentos diferentes de Hollywood que se han pronunciado en contra de Kanye, quien aún no se ha retractado.

El último en sumarse es la empresa de ropa deportiva Skechers, donde fue “escoltado” por dos ejecutivos fuera de la sede en California, por presentarse “sin invitación”, según un comunicado de la firma con fecha del miércoles 26 de octubre.

La ola de cancelaciones sobre Kanye ha llegado también a la política. Por ejemplo, el presidente de Israel, Isaac Herzog, dijo el miércoles que está “extremadamente complacido” con la “reacción abrumadora”.

Y añadió: “Levantamos la voz alto y claro sobre este tema. Es un tema de moralidad que va mucho más allá de cualquier otro tema de la relación que tenemos con otras naciones. Alzamos nuestra voz alto y claro”.

De acuerdo con el columnista Eugene Robinson, del Washington Post, las palabras de Kanye no son aisladas. Al respecto, la Liga Antidifamación (ADL, por su siglas en inglés) refirió que ocurrieron dos mil 717 agresiones, acoso y vandalismo antisemita en Estados Unidos durante 2021.

Esto representa un máximo histórico desde que esta asociación comenzó a rastrear este tipo de incidentes hace cuatro décadas, además de un sorprendente incremento de 34 % con respecto a 2020.

El conglomerado de problemas recae especialmente en la billetera de Kanye, pues según un cálculo de Forbes, la rescisión del acuerdo contractual entre el cantante y Adidas significa una pérdida de 250 millones de dólares.

Mesianismo a la Ye

Para Kanye West, equipararse a Dios tan sólo era otra forma de proyectar su ego, el tema central de su carrera.

Las figuras de Dios y Jesucristo siempre han estado presentes: uno de sus primeros sencillos se tituló Jesus Walks, y uno de sus mejores discos, “Yeezus”, conjugaba su mote, Ye, con el nombre de Jesús.

Quizá el ejemplo más claro está en I Am God, pieza que habla de una divinidad figurada a la que no quería renunciar.

Pero su conversión al cristianismo, lejos de sumar puntos a favor de un mundo mejor ha creado confusión entre los círculos religiosos que lo consideran al borde de la secta: un líder carismático y la ciega fe.

En el trance del rapero lo han acompañado personajes como el astro de la NFL, Antonio Brown, quien sostuvo que los medios de comunicación tomaron “fuera de proporción” sus comentarios.

Y siguió el rapero Badass, quien dejó en claro que no apoya todo lo dicho por Kanye, aunque “censurar su derecho a la libertad de expresión es WACK”.

A él se sumó la controvertida comentarista Candace Owens, además del excampeón de peso welter y estrella de la UFC, Jake Shields.

Incluso un grupo antisemita y supremacista blanco desplegó una pancarta sobre una autopista de Los Ángeles el sábado pasado con la leyenda “Kanye tiene razón sobre los judíos”.

Pese al rechazo que ha recibido, Kanye no ha mostrado hasta ahora sentir arrepentimiento, sólo ha dicho: “Hago ciertas cosas desde un sentimiento. Sólo canalizo la energía. Se siente bien. Es usar un instinto visceral, una conexión con Dios y simple genialidad”.

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