Pese a todas las veces en que el presidente Andrés Manuel López Obrador criticara, cuestionara, incluso tachara de “corrupta” a la empresa española Iberdrola, anunció la compra de 13 plantas de generación de energía eléctrica por seis mil millones de dólares; sin embargo, todo fue “por el bien y en beneficio del pueblo”.
El gobierno se comprometió a un pago de seis mil millones de dólares, y señaló que no abonará esto a la deuda pública, pero lo cierto es que el fideicomiso del Fondo Nacional de Infraestructura (Fonadin), al cierre de 2022, contaba con sólo 56 mil millones de pesos, lo que significa que en término de dólares le faltan cerca de tres mil millones, que deberán ser financiados mediante deuda. Y aunque Hacienda no la va a contabilizar en la deuda Pública, será parte de los pasivos del gobierno.
En su última conferencia de la semana, previo al descanso de Semana Santa, el mandatario aseguró que la compra se realizó para fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y mantener sin alza los precios de la energía eléctrica, como fue su promesa desde que ganó la Presidencia.
“Yo creo que el convenio que se suscribió ayer es algo muy importante para el país en beneficio del pueblo de México, en especial de los consumidores, porque en esencia lo que se garantiza es que no aumente el precio de la luz, eso es lo esencial”, apuntó el Presidente.
Acusó que durante el periodo neoliberal, se quería acabar con la CFE, por lo que dieron todas las facilidades a empresas privadas y extranjeras, entre ellas Iberdrola que se asoció —dijo— con un hijo de uno de sus principales opositores, Claudio X. González, y a quien señaló como el asesor principal de Carlos Salinas de Gortari, José María Córdoba Montoya.
El presidente López Obrador señaló que en su intento de rescate de Pemex y la CFE, una de sus opciones era acudir al Poder Judicial o reformar la Constitución, pero dijo que “los conservadores todo bloquean porque están a favor de las empresas particulares”, por eso esta negociación se mantuvo oculta.
También reveló que la CFE tenía una participación del 39 %, pero que quería que fuera de mínimo 54 %, por lo que se dialogó para llegar a un acuerdo sin expropiarles, e Iberdrola aceptó. Con esta compra, ahora la Comisión cuenta con
55 % de la participación, pero se comprometió que al finalizar el sexenio será de 65 %, mínimo.
Según la empresa española con sede en México, la transacción finalizará al término de este año, de donde 12 plantas son de ciclo combinado y en conjunto tienen una capacidad de 8 mil 436 Megavatios, y una más eólica de 103 Megavatios, que en conjunto serán 8 mil 539 Megavatios.
La firma española asegura que hay cuatro de estos activos eléctricos que tienen litigios abiertos con organismos reguladores que trasladaron también al Gobierno federal. El año pasado, la Comisión Reguladora de Energía (CRE) había aplicado una multa por nueve mil 145 millones de pesos, aunque un juez en materia administrativa dictó una suspensión definitiva para evitar el pago. Obstante, hay otros litigios que deben resolverse.
Frase. “El convenio es algo muy importante en beneficio del pueblo, porque garantiza es que no aumente el precio de la luz”. Andrés Manuel López Obrador
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