La noche del dos de abril, el guardia de seguridad del salón de fiestas “Imperio”, en Jilotzingo, Estado de México, atacó con un vidrió a Hugo Carbajal, joven de 15 años que falleció antes de recibir atención médica.
Después de cuatro meses, Mauricio Mora Zarza fue condenado a 35 años de prisión y una reparación económica por 725 mil pesos a la familia de Hugo.
El homicidio de Hugo Carbajal cobró gran relevancia, pues solo tres días después, familiares y amigos del joven cerraron el Periférico a la altura del Parque Naucalli; afirmaron no retirarse del lugar hasta que el culpable fuera detenido.
Tras 17 horas de bloqueo y la presión mediática sobre el caso, Mora Zarza se entregó de manera voluntaria a las autoridades y de inmediato fue trasladado al penal de Barrientos, en Tlalnepantla.
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La madre de Hugo, Maureen Amaro, se dijo satisfecha con la condena al homicida de su hijo; mientras tanto, su abogado, dio por terminado el caso, pues no existe ninguna apelación contra la sentencia.
“Que esta experiencia que vivimos en conjunto nos sirva para que en México ninguna madre más tenga que salir a la calle a buscar justicia para sus hijos”, indicó, la madre de Hugo Carbajal.
Debido al alcance mediático del caso, el Poder Judicial del Estado de México emitió un comunicado para aclarar los detalles del proceso, en el que se admitió la solicitud de un juicio abreviado y ambas partes quedaron conformes con la sentencia.
“En la audiencia, el sentenciado renunció a su derecho a un juicio oral y admitió la responsabilidad que se le atribuye”, destacó la autoridad mexiquense. EJ
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