Justicia de EU acusa al presidente de Honduras de recibir millones del narco

28 de Diciembre de 2024

Justicia de EU acusa al presidente de Honduras de recibir millones del narco

Juan Orlando Hernández, habría aceptado sobornos de narcotraficantes a cambio de protección, incluido Joaquín "El Chapo" Guzmán

Un fiscal de Nueva York aseguró el miércoles en una corte federal que el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, recibió millones de dólares en sobornos de narcotraficantes a cambio de protección, incluido del capo mexicano Joaquín El Chapo Guzmán.

Las explosivas declaraciones del fiscal Jason Richman tuvieron lugar en el primer día de juicio del hermano del presidente, el exdiputado hondureño Juan Antonio “Tony” Hernández Alvarado, de 41 años, acusado de negociar con narcos de siete países para traficar toneladas de cocaína a Estados Unidos desde 2004, durante más de una década.

Tony Hernández está preso en Estados Unidos desde hace casi un año. Enfrenta una sentencia mínima de cinco años de cárcel y un máximo de cadena perpetua.

El soborno del Chapo

“Lo más importante, el acusado era protegido por el actual presidente (de Honduras) que ha recibido millones de dólares en coimas de narcotraficantes como el Chapo Guzmán, que personalmente entregó un millón de dólares al acusado para su hermano”, dijo el fiscal Richman al jurado al arrancar el proceso, que durará de 10 a 12 días hábiles.

Aseguró que Tony Hernández pertenecía a “una organización auspiciada por el Estado que distribuyó cocaína durante años” en Estados Unidos, y que era protegida por una red de funcionarios hondureños corruptos, entre ellos “alcaldes, legisladores, generales de las fuerzas armadas, jefes de la policía”.

Richman también acusó al exdiputado de ordenar al menos dos asesinatos de narcos entre 2011 y 2013.

Vestido de traje azul, el acusado se mostró tranquilo y escuchó los alegatos con la ayuda de traducción simultánea.

Dos de los 17 hermanos del acusado y del presidente estuvieron presentes en la corte. Uno de ellos, Amílcar Hernández, dijo a la AFP que las denuncias de varios “criminales” presos en Estados Unidos que serán testigos en el juicio “son efecto del combate a la narcoactividad” del presidente.

Frente a la corte, unos 50 hondureños agitaron banderas de su país, alzaron carteles que leían “Libertad para Honduras” y exigieron la extradición a Estados Unidos del presidente.

Omar Malone, abogado de la defensa, aseguró al jurado que su cliente es blanco de criminales violentos porque su hermano presidente fue quien autorizó la extradición de narcos a Estados Unidos.

Recordó la buena relación que

Honduras

tiene con el gobierno de Donald Trump. “El presidente de

Honduras

interactúa con Estados Unidos como cualquier otro presidente de cualquier otro país”, dijo al jurado.

Juan Orlando Hernández es aliado de Trump en temas de inmigración y seguridad, y estrechó su mano la semana pasada en Nueva York.

Un nuevo acuerdo entre ambos países, similar al firmado ya con Guatemala y El Salvador, permitirá a Washington obligar a algunos migrantes a asilarse en Honduras.

Cocaína “TH”

El “violento” acusado, miembro del Congreso de 2014 a 2018 y que estampaba su propia cocaína colombiana con las iniciales “TH”, “creía que podía operar con total impunidad”, aseguró la fiscalía en una moción presentada a la corte en agosto.

En ese documento, la acusación asegura que el dinero de la droga financió campañas de varios candidatos del Partido Nacional, incluidas las del expresidente Porfirio Lobo (2010-2014) y las de Hernández, electo en 2013 y reelecto en cuestionados comicios en 2017.

El presidente Hernández recibió de uno de los testigos cooperantes de la fiscalía al menos 1,5 millones de dólares de dinero del narcotráfico para su primera campaña, y un millón de lempiras (unos 40.000 USD) para la segunda, según la fiscalía.

También asegura que Lobo recibió del mismo testigo dos millones de dólares para su campaña.

La fiscalía dice que probará que Lobo y Juan Orlando Hernández fueron co-conspiradores del acusado, y asegura que ambos fueron “electos presidentes en base, al menos en parte, de ganancias del tráfico de droga”.

Lobo y Juan Orlando Hernández rechazan las acusaciones y ninguno ha sido inculpado formalmente por la justicia estadounidense.

Tras masivas manifestaciones opositoras exigiendo su renuncia, Hernández aseguró la semana pasada ante la ONU que hay “una campaña de desprestigio” en su contra liderada por exjefes narcos furiosos por haber sido extraditados a Estados Unidos.

La fiscalía planifica llamar como testigos a cinco exnarcos presos en Estados Unidos que asegura fueron cómplices del acusado, entre ellos Alexander Ardón, un exalcalde que se entregó a la DEA en febrero.

Otro testigo sería Devis Leonel Rivera Maradiaga, exlíder del cartel hondureño Los Cachiros que declaró en 2017 haber sobornado a Tony Hernández cuando era diputado, en el marco del juicio de Fabio Lobo, el hijo del expresidente Lobo que en 2017 fue condenado en Nueva York a 24 años de cárcel por narcotráfico.