La piloto Jessi Combs fue reconocida por el Libro World Guinness Records como la mujer más rápida del mundo en el mismo recorrido donde perdió la vida.
Combs entró a la historia de los Récords Guinness 10 meses después de que falleció, en agosto del año pasado, cuando conducía el North American Eagle Supersonic Speed Challenger.
Luego del anuncio, su pareja Terry Madden confesó que era un logro que buscó la velocista durante toda su vida.
“No hay récord que valga no estando Jessi aquí ya. Pero era algo que realmente quería lograr, por mucho que a mí me cuesta retener las lágrimas solo con ver su coche. Estoy muy orgulloso de ella”, escribió en Instagram.
La corredora profesional compitió en dos carreras de alta velocidad en el lecho de un lago seco en el estado de Oregon, Estados Unidos.
En la primera carrera, la deportista alcanzó los 829 kilómetros sobre hora y fue hasta la segunda prueba cuando rompió las marcas de velocidad con un registro de 882 kilómetros.
La marca que batió Combs pertenecía a su compatriota Kitty O’Neill, especialista en doblaje de escenas peligrosas y fallecida en 2018, con 825 km/h en 1976.
“Me destroza saber que si yo le hubiese pedido ‘vámonos’ nos habríamos ido antes de la fatídica prueba de ese día”, agregó Madden.
(Con información del diario El Universal y The Champions Voice)
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