Jaime Maussan augura éxito de EU en comunicación con aliens
NAVOLATO, SIANALOA, 24MAYO2014.- Durante la madrugada se pudo observar un cielo totalmente estrellado y continuamente los restos del cometa 209P/Linear descubierto en el 2004; este fenómeno es denominado lluvia de camelopardálidas, nombre que se debe a que aparentan caer desde la constelación camelopardális (la jirafa) ubicada entre la osa mayor y la osa menor. FOTO: RASHIDE FRIAS /CUARTOSCURO.COM
/Rashide Frias/Rashide Frias
Los científicos de la NASA, liderados por el investigador Jonathan H. Jiang, actualizaron la invitación que se extenderá por el espacio con un código binario
Con el reconocimiento de que existen objetos voladores no identificados en el espacio que han venido a la tierra y han dejado al menos 300 personas afectadas por el contacto, el gobierno estadounidense planea establecer una nueva forma de contacto con los seres de otros mundos y este proyecto tiene muy entusiasmado al investigador mexicano Jaime Maussan.
Los científicos de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), liderados por el investigador Jonathan H. Jiang, actualizaron la invitación que se extenderá por el espacio con código binario en el que se establece matemáticas, conceptos físicos y la fisionomía de la vida en el planeta a los posibles visitantes durante un año, bien sea por el telescopio de radio de 500 metros de China o bien por el Telescopio SETI del Instituto Allen en California.
Maussan celebró este logro diciendo que el gobierno norteamericano sabía que los objetos que se han visto por los cielos de todo el país no eran objetos bélicos y de haber sido así, hubiesen aparecido en la guerra en Ucrania.
También indicó que por fin las agencias y personas empiezan a creer las historias de los contactos, después de que se reportó 300 casos de personas que afirmaron haber sufrido lesiones después de encontrarse con naves voladoras de cualquier tipo.
BG
ES DE INTERÉS |
NASA desmiente a Anonymous: No hay anuncio sobre extraterrestres
Contaminación interplanetaria, un riesgo latente
