El gobierno italiano declaró el viernes el estado de emergencia para acelerar la lucha contra el nuevo coronavirus y evitar una posible propagación, un día después de que se confirmaran los dos primeros casos en el país, en dos turistas chinos.
El estado de emergencia se declara a menudo en Italia, después de terremotos o inundaciones como las registradas recientemente en Venecia. Es un mecanismo que permite activar fondos y movilizar a organismos, como por ejemplo la protección civil con el fin de preparar estructuras de acogida de personas.
La proclamación del estado de emergencia no es una sorpresa después del anuncio realizado el jueves por el jefe de gobierno Giuseppe Conte de los dos primeros casos de coronavirus en el país y la suspensión de todos los vuelos “de y hacia” China.
Según los medios de comunicación italianos, el procedimiento de emergencia está previsto para seis meses.
Al parecer, la pareja infectada llegó primero a Milán y luego se alojaba en Roma cuando los síntomas de la enfermedad aparecieron el miércoles. Su habitación de hotel fue sellada y fueron colocados en observación en el hospital Spallanzani de Roma, que es el centro de referencia para las enfermedades infecciosas en Italia.
“Los pacientes están bien, son jóvenes y es como si tuvieran gripe. No hay terapia para esta infección, se trata como la gripe, permanecerán aislados durante unos días”, declaró el viernes en una radio Giuseppe Ippolito, director científico del hospital Spallanzani.
El profesor insistió en tranquilizar a los italianos que comienzan a ser víctimas de una psicosis.
“Los ciudadanos deben estar tranquilos, porque el verdadero riesgo de contagio existe si las personas enfermas ya presentan los síntomas y tan pronto como los dos turistas los han tenido, hemos seguido los procedimientos previstos”, dijo.
“Estamos casi seguros que no ha habido otros contagios”, subrayando que “el virus no se transmite durante la incubación, salvo excepciones excepcionales que se producen excepcionalmente”, concluyó, con un toque de humor.