Justo cuando los líderes de Irán y las potencias mundiales están reunidos en Viena para analizar los pormenores del acuerdo nuclear que levantará las sanciones económicas que pesan sobre Teherán, las autoridades de ese país asiático informaron este sábado que dejaron en libertad a cuatro prisioneros irano-estadounidenses, en un intercambio de presos con Washington, que dejó libres a siete iraníes que estaban tras las rejas en EU.
Entre los liberados por Irán se encuentra el corresponsal de The Washington Post en la capital iraní, Jason Rezaian, detenido en julio de 2014 y sobre quien pesaban cargos de espionaje. El reportero fue apresado junto a otros periodistas, incluida su esposa, Yeganeh Salehi. Posteriormente todos fueron liberados, excepto Rezaian, que fue acusado de “colaborar con gobiernos enemigos”. Estados Unidos calificó en su momento de “absurdos” los cargos.
Los otros favorecidos con la medida son el pastor procedente de Idaho, Said Abedini, detenido en 2012 y el exmarine de Michigan Amir Mirzai Hekmati (32 años), quien fue condenado a muerte y luego recondenado a diez años de presidio en 2013. El cuarto nombre es Nosratolah Josravi, sobre quien se desconocen mayores antecedentes. La noticia fue confirmada por la Fiscalía de Teherán a la agencia de noticias semioficial Fars.
Mejorar relaciones El Departamento de Estado de Estados Unidos no quiso comentar la información, mientras que una vocera de The Washington Postconfirmó que el reportero había abandonado territorio iraní, pese a que inicialmente desmintieron tener información sobre el caso. En tanto, la agencia de noticias iraní IRNA informó que, en lugar de Josravi, el cuarto liberado era el empresario irano-estadounidense Siamak Namazi. Por su parte, Estados Unidos liberará a siete de la docena de iraníes que están en cárceles del país, según confirmó una fuente a la televisión iraní. La agencia IRNA identificó a los liberados como Nader Modanlo, Bahram Mechanic, Khosrow Afghahi, Arash Ghareman, Tooraj Faridi, Nima Golestaneh y Ali Sabouni. Este acuerdo se convierte en la prueba más tangible de los esfuerzos de Washington y Teherán por mejorar las relaciones tras el acuerdo nuclear alcanzado entre las potencias e Irán.
Agencias