El ministro de Exteriores iraní, Mohamad Javad Zarif, empezará el sábado una gira diplomática para intentar salvar el acuerdo nuclear tras la retirada de Estados Unidos, en un contexto de tensiones por los ataques israelíes en Siria. Zarif visitará China, Rusia y Bruselas con el fin de hablar sobre los medios para salvar el acuerdo, dijo a la AFP su portavoz. Irán no parece dispuesto a dejarse arrastrar hacia un conflicto más amplio con Israel, una cuestión que también se abordará en las reuniones. El ejército israelí realizó el jueves decenas de ataques contra objetivos en Siria, en represalia a los disparos de cohetes “iraníes” en dirección a la parte de los Altos del Golán ocupada por Israel. Teherán, que apoya militarmente al régimen sirio de Bashar al Asad, desmintió este viernes la versión israelí de lo ocurrido la víspera. “Los ataques reiterados del régimen sionista contra territorio sirio se llevaron a cabo con pretextos inventados [por Israel] que carecen de fundamento”, declaró portavoz de Exteriores iraní, Bahram Ghassemi, citado por la agencia Isna. El presidente iraní, Hasan Rohani, había afirmado el jueves durante una entrevista telefónica con la canciller alemana, Angela Merkel, que su país no quería “nuevas tensiones” en la región.
Manifestaciones en Teherán
El viernes reinaba la calma en la frontera entre Israel y Siria, al tiempo que varios líderes mundiales llamaron a reducir las tensiones tras los ataques israelíes y la decisión del presidente estadounidense Donald Trump de abandonar el histórico acuerdo nuclear con Irán. Según el pacto de 2015, Irán se comprometía a abandonar sus actividades nucleares a cambio del levantamiento de parte de las sanciones internacionales contra su economía. Irán se halla en una posición delicada. Por una parte quiere mostrar firmeza tras la decisión de Trump y los ataques israelíes, al tiempo que intenta obtener el apoyo europeo para mantener el acuerdo. Pero los ultraconservadores iraníes se movilizaron contra la posibilidad de hacer cualquier concesión a los europeos. Y miles de personas se manifestaron en Teherán contra la decisión de Trump de retirar a su país del acuerdo sobre el programa nuclear, quemando banderas estadounidenses y gritando lemas antiisraelíes.
Los responsables no deben confiar en Francia ni en Reino Unido. Nunca abandonarán a Estados Unidos por nosotros”, dijo una manifestante.
Evitar la guerra
Los ataques israelíes han reforzado el temor a que Irán convenza a su aliado, el Hezbolá libanés, de lanzar cohetes hacia Israel desde el sur de Líbano como represalia. Mientra tanto siguen las dudas sobre el verdadero alcance de los ataques iraelíes en Siria del jueves. Varios analistas iraníes aseguran que Israel atacó primero y que la reacción vino de las fuerzas sirias, no iraníes. El ejército israelí publicó este viernes imágenes por satélite de sus supuestos objetivos del jueves, que describió como cuatro centros de inteligencia iraníes en las localidad sirias de Tel Gharba, Tel Kleb, Tel Nabi Yusha y Tel Maqdad. También difundió fotos de un complejo militar en Al Kiswa y de un centro logístico situado a una decena de kilómetros de Damasco. Otros analistas consideran que Israel tenía el aval de Estados Unidos para ser más agresivo contra la presencia iraní en Siria, sobre todo después de la decisión de Trump de abandonar el acuerdo nuclear. En esta cuestión, Irán ya dijo que seguirá en el acuerdo si las otras cinco potencias que lo firmaron —China, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania— aportan garantías de que se preservarán sus intereses económicos. Paralelamente, el jefe de inspectores del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Tero Varjoranta, presentó su dimisión el viernes, sin que la agencia diera a conocer las razones. El OIEA es el encargado de verificar el cumplimiento de ese acuerdo nuclear. Rusia, que tiene relaciones a la vez con Irán e Israel, intenta actuar como mediador para evitar un conflicto abierto. El presidente ruso, Vladimir Putin, que defiende el acuerdo nuclear, multiplicó los contactos diplomáticos, hablando entre otros con la canciller alemana, Angela Merkel, y el mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan. Según Yosi Mekelberg, del centro de reflexión Chatham House en Londres, Rusia “no está contenta de que Irán tenga demasiado poder, demasiada influencia” en Siria. Según él los ataques israelíes fueron llevados a cabo probablemente con el acuerdo tácito de Rusia, que considera a Irán “como un peligro para sus propios intereses”. El periódico israelí Haaretz no dudó por su parte en lanzar una advertencia al gobierno. “Sería mejor no dejarse llevar por la espiral de la arrogancia (...) Teherán podría activar su arma pesada, el Hezbolá, y en ese caso el conflicto podría tomar una dimensión totalmente distinta”.