Irán ha sido objeto de controversia y críticas internacionales a lo largo al menos cinco décadas, debido a su percibida asociación con el terrorismo, que se ha forjado en gran medida por el apoyo que su gobierno ha brindado a grupos militantes en la región, relación que ha generado debate y preocupación global.
Su respaldo a grupos militantes en el Medio Oriente, entre ellos Hezbollah en Líbano y Hamás en la Franja de Gaza, los más notorios y poderosos, a los que ha dotado de apoyo financiero, armas y capacitación.
Hezbollah, en particular, ha sido apoyado por Irán desde su creación en la década de 1980. A lo largo de los años, este grupo ha perpetrado una serie de ataques terroristas en diferentes partes del mundo, incluyendo el atentado a la embajada de Estados Unidos en Beirut en 1983 y el ataque al centro comunitario judío en Buenos Aires en 1994.
El liderazgo iraní, en particular el Ayatolá Ali Jamenei, ha adoptado una retórica hostil hacia Israel y Occidente. Declaraciones que llaman a la destrucción de Israel y niegan el Holocausto han exacerbado la percepción internacional de Irán como una amenaza. Y estas afirmaciones han contribuido a la idea de que Irán promueve el terrorismo y busca desestabilizar la región.
Otro aspecto que ha reforzado la consideración de Irán como un país con vínculos al terrorismo es su apoyo a grupos armados en Irak y Siria. En Irak, Irán ha respaldado a grupos armados chiitas, como las milicias Hashd al-Shaabi, involucradas en el conflicto en Irak y acusadas de cometer abusos contra los derechos humanos. En Siria, Irán ha apoyado al régimen del presidente Bashar al-Assad en la guerra civil, contribuyendo a la prolongación del conflicto y al sufrimiento de la población civil.
La percepción estrechamente relacionada al terrorismo también se ha alimentado por el papel de Irán en el suministro de armas y financiamiento a grupos rebeldes en Yemen. Irán ha apoyado a los rebeldes hutíes en ese país, lo que ha contribuido a la escalada del conflicto en la región del Golfo Pérsico y ha llevado a la desestabilización. Y ha sido apenas en marzo pasado que los iraníes acordaron con Arabia Saudita detener esos envíos de armamento.
El enfoque de Irán en la expansión de su influencia en la región también ha generado preocupaciones adicionales sobre su papel en el fomento de la inestabilidad y el terrorismo. Irán ha buscado fortalecer sus lazos con otros actores regionales, como el grupo político-militar libanés Amal y el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (Hamás), que comparten sus objetivos de oposición a Israel y Occidente.
›A nivel intercontinental, Irán ha sido acusado de planear o estar involucrado en actividades terroristas fuera de la región de Oriente Medio. Un ejemplo es su supuesta participación en un complot para asesinar al embajador saudí en Washington, D.C., en 2011. Aunque el complot fue desbaratado, sus detalles aumentaron las preocupaciones sobre el papel de Irán en la promoción del terrorismo global.
Irán ha negado las acusaciones de estar involucrado en actividades terroristas y ha argumentado que su apoyo a grupos militantes se basa en razones políticas y estratégicas, en lugar de motivos terroristas.
Incluso el gobierno iraní sostiene que su respaldo a grupos como Hezbollah y Hamás es parte de su compromiso con la resistencia contra la ocupación israelí y la defensa de los derechos palestinos. Sin embargo, estas acusaciones han llevado a una serie de sanciones y medidas punitivas por parte de la comunidad internacional, incluyendo las impuestas por Estados Unidos para presionar a Irán para que cambie su comportamiento y reduzca su apoyo a grupos militantes y actividades terroristas.
Su industria militar, su capacidad nuclear y ahora aeroespacial; así como su inclusión en el club de los BRICS, ha incrementado las tensiones en la región y los temores de los países miembros de la OTAN, de que Irán sea un proveedor mayor para los grupos terroristas y un factor de mayor riesgo en la nueva geografía política mundial.
El dato. Desde la Revolución Islámica, en que se fortaleció la oposición retórica del régimen Iraní se han alimentado las tensiones entre ambos países.
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