Los activistas iraníes convocaron protestas en todo el país el miércoles en respuesta a la sangrienta represión de las manifestaciones por la muerte de Mahsa Amini que, según un grupo de defensa de los derechos humanos, causó la muerte de al menos 108 personas.
“Sé la voz de Sanandaj”, rezaba un panfleto distribuido por los organizadores y que también está disponible en línea, en un momento en que las fuerzas de seguridad han sido acusadas de bombardear a la población en esta localidad.
Sanandaj es la capital de la provincia del Kurdistán, en el oeste de Irán, de donde era oriunda Mahsa Amini.
Una ola de protestas sacude Irán desde el 16 de septiembre, cuando Amini murió tres días después de caer en coma, tras haber sido detenida en Teherán por la policía de la moral por una supuesta infracción del estricto código de vestimenta de las mujeres de la República Islámica.
Grupos de activistas han llamado a movilizarse “en solidaridad con la población de Sanandaj y el heroico pueblo de Zahedan”, una ciudad del sudeste donde las protestas comenzaron el 30 de septiembre después de que una adolescente denunciara que un comandante de la policía de la región la había violado.
Este movimiento que agita al país ha llevado a jóvenes, estudiantes universitarias y escolares a sacarse el velo y enfrentarse en las calles a las fuerzas de seguridad.
“Mujer, vida, libertad” y “Muerte al dictador”, fueron coreados en las calles en la mayor movilización en la República Islámica desde las protestas de 2019 por un alza de los precios de la gasolina.
La oenegé Iran Human Rights (IHR), con sede en Oslo, dijo que la represión de las protestas ha provocado 108 muertos, además de otras 93 víctimas mortales en Zahedan.
Al menos 28 menores han muerto en las protestas y cientos han sido detenidos, la mayoría en prisiones de adultos, denuncian grupos de defensa de los derechos humanos dentro y fuera del país.
El subcomandante de los Guardianes de la Revolución, Ali Fadavi, dijo a los medios iraníes el 5 de octubre que “la media de edad de los detenidos en muchas de las protestas recientes era de 15" años.
El abogado de Derechos Humanos Hasan Raisi indicó que “cerca de 300 personas de edades entre los 12 y 13, y 18 y 19 años están bajo custodia policial”, algunos de ellos en centros para adultos condenados por delitos de drogas.
Una “inminente represión sangrienta”
La oenegé IHR denunció que sus investigaciones sobre el alcance de la “represión” en la zona del Kurdistán han sido obstaculizadas por los cortes de Internet y advirtió de una “inminente represión sangrienta” contra los manifestantes de la citada región.
Los analistas aseguran que este descontento es especialmente complejo para el régimen dirigido por el líder supremo Ali Jamenei, tanto por su duración como por su variada naturaleza, que comporta desde protestas callejeras hasta actos individuales de mujeres que se quitan el velo.
Ante esta situación, Irán ha bloqueado el acceso a las redes sociales, incluyendo Instagram y WhatsApp, y ha lanzado una campaña de arrestos masivos.
Antes de las protestas de este miércoles, el observador NetBlocks reportó “una importante interrupción del tráfico de internet en #Iran” desde las 09:30 horas.
Irán ha acusado a las potencias extranjeras de intervenir en el movimiento, al cual se refiere como “disturbios”, a medida que varias concentraciones en solidaridad se han ido organizando en el exterior.
Estados Unidos, la Unión Europea y otros gobiernos han impuesto sanciones contra funcionarios involucrados en la represión.
Según la investigación de las autoridades iraníes, Mahsa Amini murió por una enfermedad preexistente y no por la golpiza.
Sus padres se querellaron contra los agentes involucrados y uno de sus primos, residente en Irak, señaló que la joven murió por un “violento golpe en la cabeza”. MAAZ
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