Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) se concibió en el arranque del sexenio como un sistema para apoyar a productores del campo y reducir el hambre en el país. Pero, al cabo de tres años, se convirtió en un botín de la delincuencia organizada, del que se han desviado al menos 9 mil 500 millones de pesos, en un país donde, de 2018 a la fecha, 3.8 millones de hogares se han sumado a las filas de la inseguridad alimentaria.
Esto significa que, en lo que va de la presente administración, por cada millón de pesos malversados en Segalmex, 401 familias han dejado de tener alimento seguro en sus casas, y ahora padecen hambre leve, moderada y severa, de acuerdo con datos de la más reciente Encuesta de Salud y Nutrición (Ensanut).
Esta mañana, en la conferencia mañanera de Palacio Nacional, el secretario de la Función Pública, Roberto Salcedo Aquino, informó que hasta la fecha se han presentado 38 denuncias ante la Fiscalía General de la República (FGR) por un presunto daño patrimonial de 9 mil 500 millones de pesos en perjuicio de Segalmex, institución con más faltantes desde que inició el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador.
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“Las denuncias penales presentadas por las instancias gubernamentales están en etapa de investigación, con miras a su judicialización. Principalmente las denuncias son por el delito de uso ilícito de atribuciones y facultades, y las carpetas de investigación se están integrando bajo la óptica de delincuencia organizada”, dijo el funcionario sin dar detalles sobre las identidades o lo cargos de los responsables de los desvíos.
Publicada este mismo mes, la Ensanut revela que los hogares que padecen inseguridad alimentaria leve (reducción de la calidad de los alimentos) pasaron de 10.8 a 12.7 millones entre 2018 y 2021; los que experimentan inseguridad moderada (reducción en la calidad y cantidad de alimentos) pasó de 4.6 a 5.7 millones en el mismo lapso, y los que sufren inseguridad severa (el hogar ha vivido una experiencia de hambre) pasaron de 2.8 a 3.6 millones en los últimos tres años.
En julio de 2019, al conmemorar un año del triunfo de López Obrador en las urnas, el mandatario dijo que ya se había cumplido el compromiso número 24, que consistía en unir Diconsa y Liconsa en una sola empresa para el abasto y la distribución de alimentos de consumo popular.
“Se llamará Segalmex y en los almacenes, tiendas y lecherías de esta nueva dependencia se distribuirá una canasta de alimentos básicos a precios bajos para combatir la desnutrición y el hambre del pueblo”, señalaba el objetivo.
Sin embargo, a dos años de aquel desliz, Segalmex parece que fue cooptada por la delincuencia organizada y el número de hogares que padecen hambre va al alza.
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