La inversión fija bruta, que considera lo que invierten las empresas en maquinaria, equipo e infraestructura, en julio de 2018 tocó un máximo en 111.8 puntos, y desde ese momento —coincidentemente cuando Andrés Manuel López Obrador ganó las elecciones presidenciales—, ha ido en declive, y resta a abril de este año 10.6 por ciento.
La pandemia de coronavirus hundió más a este indicador; sin embargo, en marzo de este año logró recuperar el piso que se tenía en febrero de 2020, instante previo a la llegada de la Covid-19 a nuestro país.
A abril de este año, de acuerdo con información publicada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la inversión fija bruta se ubica en 100 puntos, y tuvo un aumento de 1.9% frente a marzo, y de 8.4% en términos anuales; pese a este resultado positivo, la inversión de las empresas está deprimida.
›Los componentes que integran al indicador tienen caídas en diferentes magnitudes. La maquinaria y equipo entre julio de 2018 y febrero de 2020 tenía una caída de 21.35%, la que se revirtió gracias a la gran demanda de mercancías principalmente de Estados Unidos, lo que provocó que las empresas invirtieran en equipamiento para sus líneas de producción, y que ese declive que traía desde la llegada del presidente López Obrador se revirtiera, hoy sólo tiene un rezago de 2.06 por ciento, por lo que la economía estadounidense ayudó a esta acelerada recuperación.
En cambio, lo que corresponde a la construcción de infraestructura, las empresas redujeron la inversión de julio de 2018 a febrero de 2020 un 8.21%, y de ese último punto a abril de este año se amplió a una caída 21.35%, lo que revela una desconfianza en la instalación permanente de las organizaciones en esta administración.
Aunque hay un repunte en inversión de maquinaria y equipo, esto se ha dado principalmente en los de importación, dejando rezagada la recuperación de lo hecho en México.
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