Los aumentos de los precios del gas y el petróleo provocados por la invasión de Rusia a Ucrania podrían ocasionar que hasta 141 millones de personas en el mundo pasaran a estar en pobreza extrema, revela un análisis que considera a los hogares de 116 países.
De acuerdo con las predicciones que utilizaron los autores del estudio que se publica hoy en Nature Energy, los costos de los energéticos aumentarán entre un 62.6 % y un 112.9 %, lo que contribuirá a un aumento considerable en los costos calefacción, refrigeración y movilidad para los hogares; además de que el aumento de los precios de la energía ha encarecido bienes y servicios, sobre todo de los alimentos.
El aumento en el gasto de los hogares podría empujar a entre 78 y 141 millones de personas a la pobreza extrema, concluye el análisis hecho por investigadores de las universidades de Birmingham, Groningen y Maryland y la Academia de Ciencias de China.
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“Debido a la distribución desigual de los ingresos, el aumento de los precios de la energía afectará a los hogares de formas muy diferentes”, explica Yuli Shan, uno de los autores en un comunicado de la Universidad de Birmingham.
Shan agrega que asegurar el acceso a energía asequible y otras necesidades es una prioridad para países de bajos y medianos ingresos, “pero las políticas a corto plazo que abordan la crisis del costo de vida deben alinearse con los objetivos de mitigación climática y otros compromisos de desarrollo sostenible a largo plazo”.
La crisis mundial del costo de vida ha llevado a varias economías a la recesión, ha provocado una mayor inflación y ha ejercido presiones dolorosas sobre el costo de vida en los hogares de todo el mundo.
Dato. Tres hombres y dos mujeres murieron en los ataques rusos de este jueves.
Se redoblan ataques. A una semana de que se cumpla el primer aniversario de la invasión de Rusia a Ucrania, el país invadido denunció una nueva escalada bélica que dejó cinco muertos y numerosos heridos. Y aunque la fuerza aérea dijo que 16 de los 32 misiles lanzados por Rusia fueron derribados, algunos de ellos si lograron impactar en el norte y el oeste, en los distritos de Dnipropetrovsk y Kirovogrado.
Asimismo, en Drohobych, en la región de Leópolis, los proyectiles afectaron instalaciones de infraestructura, y en Kirovohrad, al sur de Ucrania, se registró un incendio en un conjunto de reservorios con productos derivados del petróleo. “Ningún miembro del personal de servicio resultó herido. Las personas que viven cerca de esta instalación tampoco resultaron heridas. El daño se produjo en las casas en las que viven”, detalló Andrii Raikovych, jefe de la administración militar de la región de Kirovohrad.
Además de la amenaza de los misiles, los ucranianos también se enfrentan a un aumento de las tensiones con Bielorrusia, ya que acoge a un número desconocido de soldados rusos en su territorio, lo que ha generado que en la frontera que comparten se realicen actos de provocación que han reforzado la seguridad en ambos puntos.
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