Empresa reta a Trump y alista mudanza a México

12 de Febrero de 2025

Empresa reta a Trump y alista mudanza a México

Esta firma tiene un plan desafiante: los empleados tienen la instrucción de capacitar a los mexicanos que serán su reemplazo

AP-TRUMP
AP-TRUMP Hacen maletas. La sede de la empresa Rexnord se localiza en Indiana, estado cuyo gobernador es Mike Pence, el vicepresidente electo de EU. Foto: Tomada de www.theintercept.com

Por Zaid Jilani

A unos cuantos kilómetros de la planta de Carrier en Indianápolis, en donde Donald Trump celebró su rol en la cancelación de la mudanza de 730 puestos de trabajo a México a principios de este mes, otra empresa está cerrando sus puertas y mudándose… a México.

La medida, que enviará cerca de 300 empleos al sur de la frontera, es un desafío directo a Trump, quien tuiteó en su contra el 2 de diciembre:

“Rexnord de Indiana se muda a México y despide cruelmente a todos sus 300 trabajadores. Esto ocurre en todo nuestro país. ¡No más!” Pero después del tuit, ni pío.

Rexnord Corporation anunció en octubre que cerraría la planta, que produce productos mecánicos industriales, tales como rodamientos. Los medios locales informaron que la compañía buscaba ahorrar 15 millones de dólares anuales con la reubicación, aunque no pasaba por dificultades financieras. “Generó 24.6 millones en ganancias durante su segundo trimestre fiscal, contra 22.6 millones de un año antes”.

De hecho, Rexnord no sólo mudará sus empleos a México —el cierre de la planta está programado para junio— sino que, como parte de un plan de liquidación condicionada anunciado el viernes pasado, los empleados actuales tendrían que capacitar a los trabajadores mexicanos que los reemplazarán.

“Días después de que el acuerdo con Carrier fuera anunciado, Trump se comprometió específicamente a poner fin a la práctica de que los trabajadores estadunidenses sean obligados a entrenar a sus reemplazos extranjeros, diciendo que era “degradante” y prometiendo que “no permitiremos que eso le suceda a nuestra gente”.

Tim Mathis, quien fue informado sobre el paquete el viernes, ha trabajado en la planta de Rexnord durante 12 años, y ésta fue la segunda vez que le informaron que su trabajo sería enviado a otro país. Anteriormente, trabajó en una planta cercana de Indiana que cerró en 2004; el 80% de esos puestos de trabajo fue enviado a Shanghai, China.

En una entrevista con The Intercept, Mathis describió la humillación de tener que entrenar a su reemplazo.

“Que nuestros trabajos sean mudados es una cosa, pero que la compañía condicione el pago de la liquidación al entrenamiento de nuestros reemplazos es increíble”, dijo Mathis. “Es un día triste en Estados Unidos y parece que nuestros políticos simplemente se quedan sentados y permiten que esto suceda”.

La decisión de Rexnord se produce tres semanas después de que Trump y el vicepresidente electo, el gobernador de Indiana Mike Pence, ofrecieran generosos créditos fiscales a la empresa matriz de Carrier, United Technologies, para persuadirle de que conservara algunos empleos en Estados Unidos (más de 500 puestos de trabajo serán mudados a México).

A pesar de las deficiencias del acuerdo —que consistió en recompensar a la empresa con los dólares de los contribuyentes por mantener algunos puestos de trabajo en Estados Unidos en vez de amenazarla con un castigo por mudarse al extranjero— éste fue popular entre los estadunidenses. Una encuesta reciente descubrió que 60% de los votantes estadunidenses tenía una visión más favorable de Trump después de la intervención en Carrier.

Pero una gran pregunta permaneció en el aire: ¿El trato con Carrier fue un intento único de Trump para aumentar su popularidad mientras se preparaba para mudarse a la Oficina Oval o fue una señal clara de que el presidente había elegido detener la deslocalización de empleos estadunidenses?

Rexnord se convirtió rápidamente en un caso de prueba con el tuit de Trump. Sin embargo, hasta el momento, no hay indicios de que Trump haya contactado a la compañía. Los trabajadores de la planta de Rexnord están representados por United Steelworkers Local Union 1999, el mismo sindicato que representó a los trabajadores en la planta de Carrier, donde intervinieron Trump y Pence.

Don Zering, líder del sindicato en la planta de Rexnord, dijo a The Intercept que no había escuchado nada de Trump y que no está seguro de lo que el presidente electo ha dicho a Rexnord tras bambalinas, si es que le ha dicho algo en absoluto, pero dijo que le gustaría hablar con la empresa sobre sus empleos.

“Siento que el presidente electo Trump necesita acercarse al CEO de Rexnord, Todd Alan Adams, y decirle que le devuelva la llamada para tratar de ver si hay algo que podamos hacer para mantener esta planta abierta y no mudarla hacia el sur”, dijo Zering.

Y Zering dijo que la compañía debería responder si Trump los contacta. “Creo que sería una bofetada si la sede de la compañía en Milwaukee no puede llamarle de vuelta y hablar con él”, dijo.

El presidente del sindicato local, Chuck Jones, ha criticado a Trump por exagerar el número de empleos que salvó en la planta de Carrier, señalando que un número significativo aún será relocalizado en México.

Trump respondió el 7 de diciembre con un par de tuits apuntando a Jones, en vez de a Carrier: “Chuck Jones, presidente de United Steelworkers 1999, ha hecho un terrible trabajo representando a los trabajadores. ¡No me sorprende que las empresas huyan del país!”

“Si United Steelworkers 1999 sirviera de algo, habrían conservado esos empleos en Indiana. Pasen más tiempo trabajando y menos hablando. Recorten sus cuotas.”

The Intercept habló con Jones, quien pidió la intervención de Trump en la planta de Rexnord.

“Aprecio lo que ha hecho para conservar 730 empleos en el país, pero no hace falta decir que estamos perdiendo 550 puestos de trabajo en Carrier y 300 en Rexnord”, dijo Jones.

Trump “comentó que está interesado en mantener estos empleos manufactureros en este país”, dijo Jones. “Siempre ha sido nuestra meta y si él quiere sentarse con nosotros estaríamos definitivamente interesados en hacer lo que podamos para conservar a Rexnord”.

Los trabajadores de la planta de Rexnord esperan que Trump cumpla su promesa.

“Él nos hizo creer que estas empresas estarían llamando a su oficina diciéndole que cambiaron de opinión y que quieren quedarse en Estados Unidos”, dijo Mathis, el empleado de Rexnord. “Queremos que haga todo lo posible por mantener los empleos aquí”.