La inseguridad y violencia que se vive en Chilpancingo y en Guerrero en general, obligó a la distribuidora de automóviles Ford a cerrar sus operaciones en la ciudad, reportó el dirigente local de la Canaco, Pioquinto Damián Huato. “Sabemos que a los concesionarios les estaban cobrando 20 mil pesos mensuales, pero después la delincuencia les aumentó la cuota y prefirieron cerrar e irse de Chilpancingo”, señaló. Dijo también que la situación de inseguridad y violencia en la capital guerrerense sigue siendo sumamente preocupante y ha causado que empresarios que generaban una derrama económica importante en la entidad, cerraran sus negocios. “De los grandes empresarios que todavía quedan en esta capital, podemos decir que a lo mucho son diez”, indicó Damián Huato. Además, señaló que también Volvo cerró sus puertas, como anteriormente ya lo había hecho Volkswagen. El dirigente de la Cámara Nacional de Comercio aseguró que es necesario que el Congreso local apruebe una reforma al código Penal de Guerrero, que contemple una pena de hasta 40 años de prisión para el delito de extorsión o cobro de piso. MAAZ