Nuestro país ha caído dentro de una crítica tormenta formada por la inseguridad, inflación, carestía y un riesgo alimentario que se acerca cada vez más a los hogares.
Las familias están enfrentándose a una de las peores crisis inflacionarias en más de dos décadas, sintiendo como se diluye su ingreso debido a los incrementos desproporcionados en insumos básicos como son el aceite, vegetales, frutas, tortilla, huevo y cárnicos, entre una extensa canasta que ha tenido que modificarse para estirar el ingreso a lo más esencial.
De acuerdo con el Inegi, este fenómeno se ha agudizado en los alimentos, bebidas y tabaco, que en un año han aumentado 10.88%; los productos agrícolas un 15.84%, y los pecuarios un 13.21%, muy superiores a la inflación general que fue de 7.68% en los últimos 12 meses.
De acuerdo con el Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM), el precio de la tortilla pasó de un promedio Nacional de 16.80 pesos hace un año, a 20.42 pesos este 24 de mayo, un incremento de 21.55%, superando la inflación general. El aceite comestible de 24 a 45 pesos; las frutas, como el limón llegó a valer más de 100 pesos un kilogramo; así como actualmente el aguacate rebasa 140 pesos el kilo; o la carne de res, que subió de 120 a más de 200 pesos un kilo, son ejemplos del encarecimiento de productos alimenticios y agropecuarios.
En el Foro de Davos, Suiza, en donde se han reunido más de dos mil 500 líderes del mundo, se han manifestado las preocupaciones por la alta inflación, la escasez y la cada vez más probable crisis alimentaria que estaría fomentada en gran parte por los excesivos precios del petróleo y la falta de fertilizantes que se han desprendido de la guerra en Ucrania.
Pero no solo es el alza de los precios, porque de nada sirve tener dinero en la mano si el problema es la escasez de mercancías y productos debido a las disrupciones en las cadenas de suministro con retrasos que se prolongaron por la pandemia y que se han agudizado por nuevos brotes y otros virus que amenazan la estabilidad global.
El índice de alimentos de la FAO por segunda ocasión en el año se encuentra prácticamente en los 160 puntos, una marca no registrada desde que se comenzó a medir en 2004. De hecho, históricamente había alcanzado 135 puntos como un máximo apenas en 2021, pero el 2022 se ha acelerado y rebasado esa marca. En marzo registró su nivel más alto en 159.76, para abril descendió a 158.5 puntos, pero la marca sigue estando cerca del máximo.
En México el fertilizante aumentó de 400 pesos hace una año, a mil 500 pesos un bulto de 50 kilogramos, casi un 300%, incremento que no pueden pagar los pequeños agricultores que son el mayor contribuyente a la producción agrícola del país.
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