La guerra entre el crimen organizado ha arrasado no sólo con elementos de sus propios bandos sino con muchos civiles, las bajas ha sido constantes y cada vez mayores. La situación en Guerrero y especialmente en Chilapa se ha complicado considerablemente; a mediados de octubre del año pasado, incrementaron las amenazas contra los maestros y de forma sorprendente la tecnología ayudó a los narcotraficantes quienes enviaron amenazas vía Facebook y WhatsApp a los teléfonos móviles de la mayor parte de los docentes de la Montaña Baja de Guerrero. De acuerdo a un monitoreo del Gobierno de México en conjunto con la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, Guerrero se encuentra entre los primeros nueve estados de México con mayor producción de amapola, planta de la cual se extrae la heroína; y desde hace algunos años los campos de cultivo y las rutas de tráfico son trinchera en la guerra principalmente entre los grupos criminales denominados: Los Rojos y Los Ardillos. https://bit.ly/2CK6CvD De los 81 municipios de Guerrero, 31 presentan los mayores casos de ejecuciones siendo Chilapa el segundo lugar el cual anteriormente pertenecía a los Rojos y que ahora se encuentra reinado por la violencia, ya que los propios habitantes de este municipio solicitaron la evacuación de las fuerzas armadas por lo que no hay presencia del Estado, ni en carreteras u hospitales, es más, ni el narco está bien organizado, ya que la brutal confrontación campal de los Ardillos por hacerse con el control de las rutas de trasiego de la heroína asciende aproximadamente a una cifra de más de 120 ejecuciones en lo que correspondió al año pasado. Sembrando la psicosis y el temor mediante “perfiles falsos”, desde el pasado septiembre en la zona de la montaña baja de Guerrero cerraron más de 600 escuelas, que dejaron sin clases a más de 60 mil alumnos, de acuerdo a diversas asociaciones civiles aunque la Dirección Regional de Servicios Educativos de la Secretaría de Educación de Guerrero sólo notifica 6 mil. https://bit.ly/2CuIOPi La premisa del cierre de escuelas se debió a una limpia por parte de los grupos criminales, y en un acto que pareciera ser de buena fe, sacaron del fuego cruzado tanto a profesores, adolescentes y niños, aunque hay varias teorías que giran en torno al cierre, una es que por parte de los criminales se piensa que los docentes son los que llevan y traen la información y por otro lado los profesores consideran que es una forma brutal para ahuyentar a la población y hacerse con las tierras y controlar así las rutas. A pesar de las amenazas, el esfuerzo de los docentes para que el alumnado de Chilapa continúe con sus estudios no ha quedado eliminado, ellos han usado el mismo sistema por el que fueron amedrentados; Facebook y WhatsApp se convirtieron en aulas virtuales para asignar tareas y guías de estudio, y aunque no es la forma tradicional para educar, buscan que el ciclo escolar no quede a medias, incluso organizaron reuniones clandestinas que variaban siempre de ubicación para evitar ser encontrados por el crimen organizado. Hasta el momento la situación no ha mejorado ya que tan sólo el mes pasado se suspendieron actividades en 32 escuelas de Chilpancingo y más de 2 mil 500 niños se quedaron sin clases hasta próximo aviso, por lo que aún no se sabe cuándo se volverá a reanudar la normalidad en este municipio.
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