Narcocultura y la gestación de los niños sicarios

15 de Noviembre de 2024

Simón Vargas
Simón Vargas

Narcocultura y la gestación de los niños sicarios

Simon

La cosmovisión de la narcocultura es tan amplia que ha permeado el estilo de vida, las actitudes y comportamientos, al dotar de cierto atractivo al narcotráfico, en especial, para los sectores vulnerables, donde ofrecen oportunidades con el menor esfuerzo y grandes recompensas.

Es tal la admiración, que la realidad parece imitar a la ficción, donde incluso aquellos que no tienen una relación directa con el narco, adoptan estilos, frases, vestimentas y acciones al tiempo que idolatran este ejercicio de la violencia.

Los riesgos son evidentes, pero a nivel social hay una preocupación por la naturalización que desde la infancia se está haciendo en algunos segmentos de la sociedad, del secuestro, la tortura, la extorsión, delincuencia o el asesinato, como si fuese algo aceptable.

Esta apología del narcotráfico, como los narcocorridos o las series de televisión, reflejan el deseo de poder, lujo e identidad, pero no dan cuenta de aquellos niños procesados por delitos graves, de los cuales las drogas son el denominador común.

Ahora, las nuevas generaciones crecen en un entorno donde las zonas marginales se vuelven centros de reclutamiento, con promesas aspiracionales para salir de situaciones precarias en un acelerado ascenso social.

Los costos que ha tenido para la niñez y la juventud, han sido muy altos, según un estudio de la UNICEF, el 78% de los adolescentes en los centros de justicia tienen entre 16 y 18 años.

Entre tanto, los hombres jóvenes representan la mayor proporción de víctimas y victimarios, con edades oscilantes entre los 20 y 29 años, así lo reporta el Observatorio Nacional Ciudadano. https://bit.ly/2a1s9oK

En el 2011, la Red por los Derechos de la Infancia, presentó un informe donde señalaba que había alrededor de 30 mil niños y niñas cooperando de alguna forma con el crimen organizado y estaban involucrados en 22 tipos de delitos. https://bit.ly/13wjD8u En una sociedad donde la igualdad de oportunidades dista mucho de ser equitativa, genera una dinámica de conflicto e insatisfacción. De acuerdo al estudio presentado por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY), el 48% de los mexicanos no presenta ningún avance socioeconómico a lo largo de sus vidas. https://bit.ly/2jIqEN3

Con un panorama como este, es urgente la necesidad de atención a quienes sufren de marginación, rechazo y olvido. Es aquí donde se gestan ciclos intergeneracionales de violencia y muerte prematura.

Bien lo ha dicho el Papa Francisco, “es mentira que la única forma de vivir, de poder ser joven, es dejando la vida en manos del narcotráfico, o de todos aquellos que lo único que están haciendo es sembrar destrucción y muerte”.

Hay dos factores importantes a considerar para atender esta problemática, el primero, se encuentra en combatir la corrupción y la complicidad de algunos funcionarios, los cuales aseguran la permanencia de la ilegalidad y la falta de credibilidad en las instituciones; el segundo está inmerso en la sociedad, que desde su unidad fundamental, la familia es en donde de manera creciente, se perpetúa la violencia al dejar vulnerable a la niñez y juventud, incapaces de afrontar las agresiones, generando más violencia.

*Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política y Educación *Si deseas recibir mis columnas en tu correo electrónico, te puedes suscribir a mi lista en el siguiente vínculo: https://eepurl.com/Ufj3n