La corrupción es entendida como la acción que transgrede las leyes y los principios éticos; el incumplimiento de manera intencionada de responsabilidades con el fin de extraer un beneficio económico o personal; ésta debilita la capacidad del gobierno para desempeñar sus funciones, distorsiona las decisiones de erario, perjudica la equidad, la justicia, y desencadena una expectativa que hace pensar que avanzar depende de las conexiones y la solvencia económica y no de las capacidades.
El tema de la corrupción es viejo y carga un olor a podredumbre, no es la primera vez que es un tópico central y en este año todas las campañas electorales giran en torno a la forma más efectiva de erradicarla; pero ¿cuáles son las verdaderas cifras?
En el informe “Las personas y la corrupción: América Latina y el Caribe” publicado en octubre del año pasado por el Transparency International, México obtuvo el primer lugar con un 51% en el rubro de mayor porcentaje de la población que ha tenido que pagar un soborno para acceder a un servicio público; de igual forma, este estudio afirma que en América Latina el 53% de la población sostiene que los gobiernos no han hecho lo necesario para combatir la corrupción y este porcentaje se eleva a un 61% en nuestro país. https://bit.ly/2ybuI1m
Las ramificaciones son extensas y encontrar la raíz del problema estriba en intentar decapitar a un monstruo de varias cabezas; según el Fondo Monetario Internacional aproximadamente un billón de dólares cambian de manos debido a los sobornos, y la mordida representa el medio más común para el enriquecimiento de unos pocos, pero sobre todo una barrera para el acceso a los servicios públicos clave, que deben ser gratuitos y eficientes. https://bit.ly/2pVWInT
La falta de ética y valores lleva a la toma de decisiones equivocadas, desde evitar la gobernanza hasta crímenes como el lavado de dinero y el financiamiento del terrorismo.
En 2016 vivimos el revuelco mediático sobre los panama papers donde se revelaban activos, ganancias y evasiones tributarias de líderes políticos mundiales, personalidades de las finanzas, negocios, deporte y arte; convirtiéndose así en la filtración más grande de la historia, dejando expuestos cientos de delitos fincados en paraísos fiscales; 2.6 terabytes de información expusieron al ojo público documentos que son la muestra de que la corrupción trasciende fronteras.
Este mal no sólo daña al país, sino que lacera los sentimientos de miles de personas, como el caso recientemente conocido de la presunta clonación de más de 250 tarjetas para damnificados de los sismos del 7 y 19 de septiembre del año pasado; lucrar con el dolor y la necesidad es lo que lesiona el espíritu de crecimiento. La corrupción implica el tejido de redes y complicidades, ésta no podría existir sin la ayuda de personas que han vendido sus valores al mejor postor, para nuestro país el panorama es cada vez más complicado, según el Índice Global de Impunidad correspondiente al año 2017 elaborado por la Universidad de las Américas de Puebla, México es el cuarto país del mundo con mayor impunidad; lo que se traduce en desigualdad económica, problemas de estado de derecho y dificultad para la atracción de inversión extranjera y turismo. https://bit.ly/2hV2AdH
Este problema es el principal conflicto en América Latina, por el cual se entorpecen procesos legales y se destruyen ejes de crecimiento; según datos de Mexicanos unidos contra la corrupción y la impunidad desde mayo de 2016 a la fecha se han detectado actos de manejo irregular de recursos en sectores públicos, privados y sociales que ascienden al monto de $62,326,965, 699 pesos. https://bit.ly/2lhFjlM
Erradicar este mal es una batalla diaria, aún podemos rescatar al país, cada vez estamos más conscientes del problema, pues bien, enfrentémoslo directamente, continuemos con los procesos legales a aquellos servidores públicos que hacen uso de su cargo para tener enriquecimiento ilícito, denunciemos a cualquier persona que busque sobornos, alcemos la voz, evitemos que el silencio termine de socavar nuestra sociedad. La corrupción no se detiene, pero la lucha de las personas justas tampoco, busquemos formas de comenzar su eliminación, trabajemos en conjunto con organismos internacionales que nos ayuden a fortalecer evaluaciones para tomar decisiones acertadas y antes de mirar la paja en el ojo ajeno miremos el propio. *Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política y Educación.
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