Defender el derecho a la verdad

16 de Noviembre de 2024

Simón Vargas
Simón Vargas

Defender el derecho a la verdad

“Sólo la verdad, os hará libres”

San Juan

Desde el 21 de diciembre de 2018, el Gobierno Federal comenzó la implementación del Plan Conjunto de Atención a Instalaciones Estratégicas de Petróleos Mexicanos (Pemex), el cual contempló el despliegue de cuatro mil elementos del Ejército, la Marina y Policía Federal en instalaciones en las que se distribuyen combustibles; además, se intervino el sistema de monitoreo de presión de los ductos para investigar la posible conexión de trabajadores de la empresa con los robos de hidrocarburos; y se ordenó el cierre de algunos ductos en el centro y occidente del país.

Derivado de la suspensión en estas instalaciones, así como por la reorganización de la cadena de abasto en gasolineras, los hidrocarburos comenzaron a escasear en diversas ciudades, lo cual generó incertidumbre en la población; de hecho, diversos medios de comunicación informaron que en lugares como la Ciudad de México, la situación se agravó por las “noticias falsas” que comenzaron a circular en redes sociales y en grupos de Whatsapp, agotando la existencia del producto en las estaciones de servicio.

Lo anterior es ejemplo de que las “noticias falsas” son un riesgo para la sociedad y para la democracia, incluso desde 2014, organismos como el Foro Económico Mundial (WEF) las identificó como uno de los 10 peligros más latentes para la sociedad. En el siglo XXI nos enfrentamos a una época en la que “los hechos objetivos tienen menos influencia en definir la opinión pública que los que apelan a la emoción y a las creencias personales”.

De acuerdo con el periodista Ignacio Ramonet, “la irrupción de Internet ha aumentado el sentimiento de caos, porque establece definitivamente el tiempo real y la instantaneidad como ritmo normal de la información”, esto sumado a que “cualifica el rumor como una categoría natural de la información”.

Y es que, lo efímero del rumor, sumado a la incertidumbre ha modificado los hábitos de consumo de noticias. Datos del Centro Pew Research indican que, en Estados Unidos, alrededor del 88% de mil encuestados consideran que los gobiernos, los medios de comunicación y las redes sociales son responsables de transmitir noticias falsas, esto puede explicarse porque detrás de este fenómeno hay una industria que busca lucrar con los clicks (clickbait) y con el número de veces en que se comparte una noticia.

Sitios como The National Report, una plataforma de noticias falsas de Estados Unidos, han obtenido hasta 10 mil dólares por una nota; mientras que una investigación de la BBC ha revelado que jóvenes dedicados a generar este tipo de contenido en Europa del Este podrían ganar hasta 100 dólares por día.

En la industria de las noticias falsas no importa mucho si los datos se pueden verificar o simplemente son filtraciones de alguien que busca dañar la reputación de una institución, un activista, periodista o político, lo prioritario es que lo publicado genere reacciones, principalmente, entre los usuarios de redes sociales para que posteriormente sea retomado incluso por los noticiarios.

Alice Marwick, profesora del Departamento de Comunicación de la Universidad de Carolina del Norte, explica que la gente que más comparte noticias falsas tiene un perfil conservador sobre todo en temas relacionados con la moral, el racismo y la migración, esto debido a que a pesar de saber que son falsas, refuerzan sus creencias e ideología, además de que genera un sentimiento de pertenencia.

En México, datos del Instituto Reuters, el brazo investigador de la agencia de noticias británica, señalan que de 37 naciones estudiadas, nuestro país es el segundo lugar en proliferación de noticias falsas, incluso por encima de Turquía, Brasil y Estados Unidos. Asimismo, los resultados del estudio arrojaron que los internautas mexicanos han perdido la confianza en las redes sociales como fuente de información, enfocando su consumo de noticias en portales consolidados o con prestigio.

Por lo anterior, esfuerzos como Verificado19s, una plataforma digital que buscaba corroborar y organizar la información para hacer más eficiente la respuesta ciudadana tras el sismo del 19 de septiembre de 2017 o #Verificado2018 que se enfrentaba a las noticias falsas y a las críticas sin fundamento en el marco de las elecciones 2018, son clave para que en esta época de posverdad, donde la “distorsión deliberada manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública”, evitemos continuar erosionando la democracia y la libertad de expresión, ya que el ejercicio de una prensa libre y responsable empodera a la sociedad y defiende nuestro derecho a la verdad.

*Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política y Educación.

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