Sumida aún en la tristeza y conmoción, Cuba cumplía el sábado un duelo oficial de dos días tras el accidente aéreo que causó la muerte de al menos 107 personas en La Habana, en circunstancias que aún deben ser esclarecidas. El Boeing 737-200 se estrelló al mediodía del viernes cuando acababa de despegar desde el aeropuerto internacional de la capital cubana hacia Holguín (este), con 110 personas a bordo: 104 pasajeros, en su mayoría cubanos -según reporte de la prensa estatal- además de seis tripulantes mexicanos. La nave cayó sobre un campo de cultivo y se hizo pedazos. El accidente dejó solo a tres pasajeros sobrevivientes “en estado crítico”, todas mujeres. La información de la tragedia fluyó de a poco durante el viernes, pero no se detalló qué pudo haber causado que el avión se estrellara momentos después de despegar, cuando realizaba un viraje para continuar su rumbo. Las autoridades no han precisado aún si se encontraron las cajas negras. Una conferencia de prensa programada en el aeropuerto el sábado a las 15:00 locales podría proporcionar algunas aclaraciones. “Se ha creado ya una comisión por parte del Ministerio de Transporte para investigar los hechos”, dijo el viernes a la prensa el nuevo presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel y aseguró que informarán a la población de los resultados. Su antecesor de 86 años, Raúl Castro, quien acaba de ser operado de una hernia, dio instrucciones y envió “las condolencias a los familiares de las víctimas del catastrófico accidente”. Él se mantiene como primer secretario del gobernante Partido Comunista de Cuba (PCC).
Boeing a disposición
La Dirección General de Aeronáutica Civil de México anunció el envió el sábado a Cuba de un equipo de especialistas para colaborar en la investigación. El avión que utilizaba la estatal Cubana de Aviación lo alquilaba de la mexicana Damojh (Global Air), bajo la modalidad de “arrendamiento húmedo”, que ofrece además tripulación completa: usualmente dos pilotos, tres azafatas y un técnico. Tras expresar sus condolencias a las familias y amigos de los fallecidos, Boeing dijo en un comunicado que un equipo técnico de la firma “está listo para ayudar, según lo permitido por la legislación de Estados Unidos y bajo la dirección de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de EEUU, a las autoridades cubanas”. Fabricado en 1979, según el gobierno mexicano, el avión había superado su última revisión en noviembre de 2017.
El papa envía condolencias
A falta de publicación de la lista oficial de pasajeros, la incógnita continuaba el sábado sobre el número exacto de extranjeros que estaban a bordo del avión, además de la tripulación mexicana. Algunos medios estatales informaron que el grueso de los pasajeros era cubano. Por ahora, solo el gobierno argentino ha confirmado la muerte de dos de sus nacionales en el accidente. A través de una carta, el papa Francisco expresó sus condolencias y se mostró “vivamente apenado” por del accidente. Además ofreció “sufragios por el eterno descanso de los fallecidos, a la vez que manifiesta su cercanía a los heridos”. En tanto, la leyenda del fútbol argentino Diego Armando Maradona, cercano a Cuba, transmitió sus condolencias a las familias de las víctimas, en sintonía con muchos gobiernos latinoamericanos y europeos. En las redes sociales, las fotos de las víctimas comenzaron a ser publicadas por familiares. Entre ellas figuraban el director musical José Angel y su esposa Amparo Iban, quienes retornaban a Holguín.
Luchando por sus vidas
En el hospital Calixto García de La Habana, las tres mujeres sobrevivientes, en estado grave, seguían siendo motivo de preocupación. “Por el momento es un pronóstico reservado y su estado es de peligro”, dijo a la televisión cubana el médico Carlos Martínez, director del hospital. Otra fuente médica dijo a la AFP que en algunos casos se necesitaron de hasta ocho cirugías para salvar a una paciente. En La Habana y en Holguín (670 km al este de la capital), las familias de las víctimas eran atendidas por las autoridades. Los que viven en las provincias serán trasladados a La Habana para identificar a los muertos. En Ciudad de México, los familiares de los miembros de la tripulación también estaban en conmoción y habían sido atendidos por Global Air. “Ellos nos apoyan, nos ayudarán con los pasaportes para ir al lugar”, dijo a periodistas Alejandro López, hermano del fallecido técnico Marco Antonio López Pérez. El más reciente accidente aéreo en Cuba ocurrió el 29 de abril de 2017, cuando un avión de transporte de las Fuerzas Armadas se estrelló con ocho militares a bordo. El AN-26 de fabricación rusa chocó con una pequeña montaña, a unos 90Km al oeste de La Habana. Un avión de la aerolínea cubana Aerocaribbean cayó a tierra el 4 de noviembre de 2010, con 68 personas a bordo, de ellos 28 extranjeros, cuando cubría la ruta entre la oriental ciudad de Santiago de Cuba y La Habana. No hubo sobrevivientes.