Ingenio ucraniano contra la invasión
Aún sin muchas armas, los soldados de este país se han anotado importantes victorias en la destrucción del equipo ruso
La lucha de los ucranianos por su territorio ha demostrado que no existe arma indestructible, ya que nuevas imágenes dadas a conocer este martes por publicadas por el Ministerio de Defensa de Ucrania, muestran cómo el tanque más caro y actualizado de Rusia queda inservible tras los ataques de los soldados.
En el video, captado a través de drones, se puede ver como el tanque explota tras una serie de disparos que finaliza con un cohete, el cual logra atravesar una de sus ruedas antes de estallar. El Ministerio de Defensa informó que este último proyectil fue emitido por un Carl Gustaf, un lanzacohetes de 7 kilogramos con un alcance de hasta 150 metros.
El tanque en cuestión es un T-90M, el cual lo mismo sirve para ataque como para defensa, y está habilitado para disparar misiles, proyectiles y ametralladoras por una sola persona en su interior. Con una velocidad de hasta 60 kilómetros por hora, el vehículo también cuenta con seguimiento automático de objetivos y una hoja de autoatrincheramiento, y entre los accesorios que se le pueden adaptar está un arado de minas y un kit de vadeo profundo que puede mantenerlo a salvo en una profundidad de hasta 5 metros.
Otra muestra del ingenio de los ucranianos contra los invasores es la instalación de sistemas antimisiles en camionetas pick-up, lo que permite que los soldados puedan desplazarse de forma rápida para alcanzar los objetivos aéreos.
Con estas tácticas, el ejército ucraniano apunta a desgastar a las tropas rusas en lo que reciben nuevo equipo armamentístico, como el que acaba de ser aprobado por el presidente estadunidense Joe Biden.
Por su parte, Rusia persiste el martes con su ofensiva en el este del país, con un bombardeo en la ciudad meridional de Odesa, que dejó al menos un muerto y coincidió con la visita del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel. Al norte, el gobernador de Járkov informó el hallazgo de 44 cadáveres de civiles entre los escombros de un inmueble destruido en marzo en Izium, una ciudad bajo control de Rusia.
