Cerca de 71 millones de personas cayeron en la pobreza como consecuencia de la inflación, intensificada principalmente por el conflicto en Ucrania, advierte un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Son los países en desarrollo quienes sufren más por el impacto de la inflación, lo que se traduce en el aumento del precio de los productos básicos, haciendo muy complicado que puedan acceder a alimentos o servicios que venían consumiendo con regularidad.
Tan solo de marzo a junio de 2022, más de 70 millones de personas fueron empujadas a la pobreza, al ver insuficientes sus ingresos para adquirir productos básicos, lo que hace que la crisis sea más intensa que en el pico más alto de la pandemia de Covid.-19.
Una investigación de ejecentral reveló que los productos de la canasta básica en México se han elevado de manera significativa de enero a la fecha; el huevo por ejemplo, incrementó su valor en 25.8 por ciento, es decir, 11 pesos más que las familias mexicanas tienen que pagar para conseguirlo.
Este incremento en los precios se debe principalmente a la inflación mundial, pero también – como es el caso mexicano – a la falta de productos en el mercado, lo cual provoca que los pocos que hay, se encarezcan todavía más.
“Esta crisis del costo de vida está empujando a millones de personas a la pobreza e incluso al hambre a una velocidad vertiginosa, con lo que la amenaza de más disturbios sociales crece cada día más”, indicó Achim Steiner, administrador del PNUD.
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La declaración de Steiner está encaminada a los “efectos dominó” que la guerra entre Rusia y Ucrania están provocando en el mundo entero, pero que se acentúan en los países que luchan contra la inflación, el aumento en las tasas de interés, la reducción del espacio fiscal y el aumento de su deuda soberana.
En el contexto nacional, el encarecimiento de los alimentos se convirtió en el mayor problema para los mexicanos, pese a los programas sociales que benefician a 35 millones de familias, según cifras del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Pero como explicó el Secretario de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Rogelio Ramírez de la O, en México también hay escasez de productos; de manera que aunque las familias incrementen sus ingresos o reciban apoyos gubernamentales, tampoco les alcanza para cubrir sus necesidades básicas.
Esto hará que miles (tal vez millones) de mexicanos se encuentren entre los 70 millones de personas que se sumarán a la condición de pobreza a consecuencia de la inflación, como advierte la PNUD.
México sin gasolinazo, pero…
El informe de la PNUD reconoce el esfuerzo de algunos gobiernos para aminorar los impactos que la inflación está teniendo en sus comunidades; tales como subsidios a energía, garantizar las cadenas de suministro y la devolución de impuestos, por ejemplo.
Pero advierte que algunas de estas medidas “no amortiguan el golpe inmediato” del aumento en el costo de vida e impulsan la desigualdad social.
El ejemplo más claro en México es el subsidio a las gasolinas, el cual recientemente bajó del 100 al 94.12 por ciento para el caso de la Magna; esto se tradujo en un aumento de 0.320 pesos que los consumidores tuvieron que desembolsar por cada litro de combustible.
“Ofrecen algo de alivio como una cura inmediata, pero corren el riesgo de causar peores lesiones con el tiempo”, explica George Gray Molina, jefe de participación de Políticas Estratégicas del PNUD.
Frenar la deuda para aliviar economías
Los impactos económicos que provocó la pandemia de Covid-19 se acrecentaron con el inicio de la invasión de Rusia a Ucrania, haciendo que los países en desarrollo vieran incrementada su deuda en dos veces y medio sus ingresos, según datos del Banco Mundial.
Países como Haití, Sudán, Rwanda, Pakistán, Etiopía, Malí, Albania, Armenia y Nekya, entre muchos otros, se encuentran entre los más afectados por la inflación mundial y para resolver sus crisis económicas que empujan a millones de personas a la pobreza, la PNUD propone la suspensión de la deuda por dos años, independientemente de su Producto Interno Bruto per cápita.
La mayoría de estos países han visto agotarse sus reservas fiscales, mantienen altos niveles de deuda soberana y sufren los estragos del incremento de las tasas de interés en los mercados financieros como respuesta a la inflación, haciendo imposible que salgan adelante, sin el apoyo de agentes externos y la comunidad mundial, advierte la PNUD.
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