En octubre, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la inflación mensual fue de 0.38%, con una de 4.26 % anul, registrando su nivel más bajo en 32 meses. Sin embargo, detrás de esta aparente estabilidad, emerge la resistencia en el sector de los servicios, que se encuentra presionando la tendencia descendente.
La reactivación económica que llegó más tarde para los servicios ha sido la causa de un incremento desincronizado en los precios, es decir, poco a poco se ha integrado para reajustarse a la realidad de los precios, no siendo que estén incrementándose por un capricho, sino que toda la inflación de meses atrás ha tenido que ser absorbida para nivelar sus cuotas al público.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) nos ofrece una visión detallada de este panorama. A pesar de la baja generalizada, el índice subyacente, motor de las previsiones, muestra un pequeño aumento mensual al pasar a 0.36 %, desde el 0.39 % de septiembre, marcando un contrapunto a la narrativa predominante. Aunque sutil, este incremento se centró principalmente en los servicios, que mantienen su firmeza con un aumento del 0.44% mensual y 5.34 anual.
Mientras los productos agropecuarios muestran una disminución significativa del 2.09 %; las frutas y verduras lideran esta caída a menos 3.13 %, ambos en términos mensuales. En contraste, los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno aumentan un 2.57 %, siendo este incremento impulsado por la conclusión del subsidio eléctrico de verano en 18 ciudades del país.
Los alimentos, bebidas y tabaco, una parte esencial del gasto familiar, también juegan un papel importante. Aunque presentan un aumento del 0.45% mensual, su inflación anual se sitúa en un 6.95 % anual, por arriba de la inflación general.
