Durante la pandemia, las tienditas de la esquina sufrieron las consecuencias del confinamiento ocasionado por la pandemia. Más de 300,000 establecimientos de estas características quebraron en el país de acuerdo a la encuesta realizada por la ANPEC (Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes) debido a la falta de ventas, el aumento en el precio de los alimentos y la inflación que tiene más de 9 meses al alza y a eso, hay que aunar la propuesta de nuevos impuestos, como el de la cerveza, bebida preferida por el 67% de los mexicanos.
“La inflación no subyacente está por encima del 10%, los alimentos están subiendo, en este momento pedimos sensibilidad política, responsabilidad histórica, dejen que la gente pueda volver a trabajar y que el principal canal de abasto que tiene la población en México, monumento de resiliencia, se recupere antes de aumentar el cobro de impuestos”. Declaró Cuauhtémoc Rivera, presidente de la ANPEC.
El sector de pequeños comerciantes dio empleo a más de 2 millones de mexicanos, en los más de 1.2 millones de puntos de venta, en los que se abastece más del 52% de la demanda nacional de bienes de consumo cotidiano por lo que el aumento de impuestos puede provocar un mayor número de cierres afectando a miles de familias que se sostienen de dichos negocios.
Los llamados tenderos esperan que las ventas aumenten, pues sólo están obteniendo el 60% de la utilidad que generaban antes de la pandemia y para ello requieren que los gastos generados por impuestos no continúen aumentando, “no le muevan, no vamos a aguantar un aumento de impuesto”, concluyó Rivera.