Pese a una desaceleración en la inflación general, los precios en alimentos de bebidas y tabaco arrojaron una tasa de 6.46% anual, lo que significa estar a más del doble del objetivo del Banco de México.
Las familias mexicanas, según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) señala que un tercio de los recursos monetarios de las familias se destinan a la compra de alimentos, lo que significa que el poder adquisitivo se diluye más pronto para los de menores ingresos y se les resta oportunidad de adquirir otros bienes y servicios esenciales en su día día. Además de los alimentos, las mercancías en general presentan una tasa de 5.02%, que también supera a la inflación general del país.
Conforme a los datos de Inegi, otro de los rubros que está presionando a la formación de precios son los servicios, ya que continuaron presentando una tendencia de incremento, un comportamiento en sentido contrario al resto de los elementos que mide el Instituto, debido a que arrojó una tasa anual de 5.40%, mayor al dato previo de 5.28 por ciento.
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Estos elementos que evalúa el Inegi son de lo que más demandan las familias, y estar por encima de la meta de inflación hace que los recursos familiares disponibles tengan un deterioro más acelerado y por consecuencia rinda menos el dinero.
El mandato del banco central mexicano es la preservación del poder adquisitivo de la moneda mexicana y dentro de esta misión es la de alcanzar el objetivo de inflación del 3.0%, lo que se considera para una economía en desarrollo como una inflación saludable. No obstante, la inflación general se mantiene todavía por encima del objetivo y las autoridades monetarias prevén que se logre la convergencia hasta la primera mitad de 2025, un cambio reciente en la estimación que se preveía alcanzar en 2024, lo que significa que se esperan presiones inflacionarias durante el próximo año.
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